Es la del próximo solsticio de invierno?, ¿la qué sufren los niños y niñas de Gaza, aterrados por las bombas, la destrucción y ahora el hambre?, ¿los rehenes de Hamás que no saben si esperar la muerte o la liberación?, ¿los soldados rusos y ucranianos en el frente ucraniano?, ¿las madres de los desaparecidos y desaparecidas en México y el mundo?, ¿es la de los habitantes de Libia, Sudán, Etiopía y Myanmar inmersos en guerras civiles?, ¿la de los migrantes que cruzan el Darién o que esperan su audiencia de asilo?
Tras años de disminución de los conflictos internos e internacionales, 2023 fue uno de los más sangrientos y con mayor número de víctimas. Según el 17º Índice de Paz Global, publicado por el Instituto de Economía y Paz en junio de 2023, hubo un incremento. De junio de 2022 a 2023, hubo 238,000 muertos. Este año se incrementarán.
Los conflictos son interestatales, como la invasión rusa a Ucrania, internos como en Etiopía, o conflictos internos con intervención externa, como son las guerras civiles en Libia, Yemen, Siria, entre otros, donde están involucrados Rusia, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Türkiye.
Si bien se registró un ligero descenso en el gasto militar en el mundo, dicha tendencia tiende a revertirse.
Los conflictos han experimentado cambios importantes. Uno es el creciente uso de drones fabricados en Türkiye, Irán, EAU y otras potencias medias. Otro es el uso de la inteligencia artificial. Un tercero son los ataques cibernéticos, así como la desinformación y las noticias falsas. Se sigue usando armamento cruel como las bombas de racimo y el fósforo blanco, prohibidos por convenciones internacionales.
Otra tendencia preocupante es el parcial desmantelamiento del régimen de desarme y control de armamento tanto nuclear como convencional. EU y Rusia han dado por terminados o suspendido los acuerdos de reducción de armas nucleares estratégicas. Tras la salida de Rusia del Tratado de Armas Convencionales en Europa y la invasión a Ucrania, este importante instrumento quedó suspendido.
Las guerras han impactado también las tendencias demográficas en los países involucrados. En Ucrania, según el índice de Paz Global, 65% de los hombres entre 20 y 24 años han muerto o abandonado su país.
Cifras similares se pueden registrar en Rusia.
Si, además, incluimos las víctimas de la violencia del crimen organizado en países como México, Colombia, Ecuador, Venezuela y Honduras en América Latina, así como en diversos países de África, el panorama aparece desolador hacia 2024.
De ahí la importancia de una cultura de paz.
México debe impulsar las iniciativas de desarme nuclear y control y prohibición de armamento en el ámbito del derecho internacional humanitario. Debe ser uno de los principales campeones de la regulación del uso de drones en conflictos y de la prohibición de la inteligencia artificial en el ámbito de las armas nucleares.
POR MARTHA BÁRCENA
EMBAJADORA EMINENTE
@MARTHA_BARCENA
PAL