COMANDO Y CONTROL

Caos, guerras y elecciones: Fragilidad para 2024

La ofensiva en Ucrania continuará desgastando tanto a Moscú como a Kiev, Europa, y en cierta medida, a Estados Unidos, por lo menos a nivel político

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La situación de seguridad mundial es más frágil que cuando comenzamos 2023 y desafortunadamente 2024 va a ser un año muy difícil para el mundo.

La guerra en Ucrania continuará desgastando tanto a Moscú como a Kiev, Europa y en cierta medida a Estados Unidos, por lo menos a nivel político para este último. El presupuesto de defensa ruso para 2024 prevé invertir 140 mil millones de dólares, lo que es más de 7% de su PIB, en sus Fuerzas Armadas lo que se traducirá no sólo en más recursos para las fuerzas rusas en Ucrania, sino en financiar actividades de sus servicios de inteligencia alrededor del mundo.

Por ejemplo: la semana pasada, la Duma Estatal rusa se reunió con una delegación nicaragüense en Moscú para tratar asuntos bilaterales encaminados a contrarrestar la influencia de EU y Europa en América Latina; en la misma semana Rusia firmó un acuerdo por 450 millones de dólares para establecer una planta extractora de litio en Bolivia. 

Esto no quiere decir que Rusia este ganando terreno, simplemente que está activo en la región y sus servicios de inteligencia buscarán incrementar su influencia.  

Sumando al conflicto de Ucrania, que ya va para dos años, la guerra entre Israel y Hamas se perfila como uno más largo de lo esperado y están generando fricción política dentro de Estados Unidos. 

Las acciones militares israelitas les han ganado un llamado por parte del gobierno de Biden a terminar su campaña terrestre en Gaza y transitar hacia una fase más precisa contra Hamas. Si bien esto está lejos de un rompimiento, es un llamado de atención.

El lanzamiento constante de misiles de origen iraní por parte de los hutíes en Yemen, tanto en contra de Israel como de navíos que transitan por el mar Rojo hacia y desde Europa, sumado a los ataques en contra de fuerzas estadounidenses en Irak por parte de fuerzas proiraníes, amenazan con crear nuevos puntos de conflicto (y guerras) en la región, ya sea en el estrecho de Ormuz o el Golfo de Adén.

La amenaza de Venezuela sobre Guyana, si bien, relativamente atenuada recientemente tiene la posibilidad de prenderse en las próximas semanas y sumarse a la colección de problemas.

Sumado a esto, los movimientos políticos nacionalistas de ultraderecha están experimentando un renacimiento en cuanto a poder y popularidad no sólo en Europa sino alrededor del mundo, atrayendo ideologías aislacionistas, xenofóbicas, racistas, fundamentalistas y antidemocráticas.    

En 2024, México y EU enfrentarán procesos de elección bajo un contexto de seguridad entrelazado, pero cada vez más complejo, descoordinado y distante. La violencia criminal en México parece no tener solución, y el desmantelamiento de las instituciones de seguridad, incluyendo las Fuerzas Armadas, es una cruda realidad. 

El velo de "militarización" ha servido únicamente para sumarle funciones (y tentaciones) y restarles capacidades a las fuerzas armadas.

México está menos preparado hoy para afrontar sus problemas de seguridad, de como estaba en diciembre de 2017 y no parece haber una estrategia en cocción por parte de ninguna de las fuerzas políticas que van para 2024. 

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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