LA ERA DE LAS VICTORIAS

Deja de ver el frijol en el arroz

Es por eso que es el tiempo perfecto para hacer una pausa y analizar por igual qué salió bien y qué salió mal, teniendo la convicción de que a ambas cosas les daremos el mismo peso emocional

OPINIÓN

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Ana Cecilia Pérez Cristo / La era de las victorias / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El fin de año es el momento ideal para que, como personas y sobre todo como emprendedoras, podamos hacer un recuento de los daños y también de las alegrías. 

Y he aquí una de las cosas que como mujeres nos cuesta muchísimo trabajo: reconocer y aplaudir lo que nos ha salido bien. Y es que siempre nos dijeron que teníamos que ser perfeccionistas y eso nos daría grandes resultados, lo que nos lleva a vivir en un constante esfuerzo para hacer las cosas cada vez mejor, dejando a un lado el reconocimiento de lo que ya hemos logrado.

Como emprendedoras apasionadas de nuestro negocio, esto en ocasiones lo llevamos aún más lejos. Si bien algunas veces funciona para que desarrollemos grandes productos o cuidemos hasta el mínimo detalle en nuestro servicio al cliente, tiene un lado oscuro que puede complicarnos el camino, pues en ocasiones ponemos mucha más atención al frijol en el arroz que en todo lo demás. 

Solemos acordarnos más del cliente que se quejó de nuestro producto o servicio, de la métrica que no cumplimos, el cliente que no quiso comprar, lo complicado que fue operar en el año, en vez de reconocernos todo lo que sí salió bien. Y no me malinterpreten, que el saber lo que no salió bien es fundamental en la toma de decisiones para el futuro, pero es muy común que caigamos en estrés y cierta desilusión que nos lleve a querer tirar la toalla.

Es por eso que es el tiempo perfecto para hacer una pausa y analizar por igual qué salió bien y qué salió mal, teniendo la convicción de que a ambas cosas les daremos el mismo peso emocional. 

Algo que me resulta muy efectivo cuando siento que estoy centrándome más en lo negativo que en lo positivo, es regresar a pensar lo que el éxito es para mí, porque nos dijeron que el éxito se veía igual para todas (siendo mujeres ejecutivas, en tacones altos, ocupadas todo el tiempo y dejando un lado a la familia porque la carrera profesional es lo más importante) y esto no es cierto. 

Te invito a preguntarte ¿cómo se ve el éxito para mí? y a partir de eso, no solo medir qué tanto estás yendo hacia allá, también te servirá como timón para la toma de decisiones, pues cada una te tendría que estar dirigiendo a ese punto. 

Te deseo que el 2024 esté lleno de pasos hacia eso que tú llames éxito, que tengas muchos logros y sobretodo, que los sepas ver y reconocer. Por un mundo en el que las mujeres nos volvamos expertas el aplaudirnos cada paso que damos en un mundo que no fue pensado para ser muy favorecedor para nosotras. 

POR ANA CECILIA PÉREZ CRISTO 

DIRECTORA DE OPERACIONES DE VICTORIA147

@victoria147org

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