DES... PROPÓSITOS

Santa Claus: Peligra la entrega de regalos esta Navidad

La enorme importancia del transporte marítimo en el traslado de productos de unos continentes

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La enorme importancia del transporte marítimo en el traslado de productos de unos continentes a otros hoy afronta graves riesgos debido a los problemas que presentan dos de los más importantes corredores marítimos del mundo: los Canales de Panamá y de Suez. Sin duda, significan una nueva amenaza para la economía del orbe al frenar la entrega a tiempo de insumos y otros materiales a los centros de producción mundial. En estas fechas afectan los suministros para la temporada navideña.

El Canal de Panamá sufre por la escasez de escurrimientos de agua debido, según expertos, al problema del cambio climático (el denominado  fenómeno de El Niño), lo que ha ocasionado falta del agua requerida para el llenado y vaciado de esclusas para el traslado de barcos cargueros de un océano a otro; el cruce del Canal de Suez es obstaculizado por ataques de grupos subversivos, principalmente yemenitas, que inhiben el tráfico marítimo en la región del Mar Rojo.

El Canal de Panamá construido en 1914 constituye la ruta más corta entre los dos mayores océanos del mundo. Por ahí cruza casi 6 por ciento del comercio mundial, mediante el paso de 12 mil barcos anuales en promedio. Uno de los principales problemas técnicos que hubo que superar en la construcción y diseño del Canal fue el desnivel de aproximadamente 26 metros de altura entre los dos océanos que conecta.

La manera de solucionar ese problema fue a través de la creación de un sistema de esclusas a las que se inyecta o se le extrae agua dulce proveniente de un lago artificial, el Gatún, que cubre una superficie de más de 430 kilómetros cuadrados y que además contribuye al abasto de agua potable de gran parte del país.

En la actualidad se estima que cada uno de los  barcos  que cruzan el Canal genera, en promedio, una pérdida total de agua dulce equivalente a 30 piscinas olímpicas, es decir, el equivalente a 20 millones de galones, lo cual bajo las condiciones actuales de disminución de escurrimientos se hace cada vez más difícil que puedan ser suministrados por el Gatún, lo que ha obligado a la reducción diaria de traslado de barcos de un océano al otro

En el caso del Canal de Suez, construido entre 1859 y 1867 y por donde cada año transitan alrededor de 19 mil barcos que representan 12 por ciento del comercio internacional, el flujo naviero también ha disminuido a causa de la irrupción de grupos de rebeldes de la zona sur del mar Rojo vinculados a conflictos geopolíticos y de piratería, lo que se teme pueda incrementarse a raíz del conflicto Hamas-Israel.

En las últimas semanas los mayores problemas se han presentado en las costas de Yemen, donde “rebeldes hutíes”, un grupo religioso que además de luchar por deponer al actual gobierno de Yemen, forma parte de un “eje de la resistencia” contra Israel y el cual, se asegura, es financiado por la República Islámica de Irán, han amenazado con el secuestro de barcos cargueros vinculados a empresas israelitas y países aliados.

De hecho, dichas amenazas han pasado de las meras declaraciones a operaciones efectivas como ya  lo fue el secuestro del buque Galaxy Leader administrado y operado por una empresa nipona pero cuyos propietarios son de origen israelita.

La situación en la zona del Mar Rojo podría empeorar incluso, si en un momento dado otros grupos rebeldes secuestradores de barcos, como lo han sido los somalíes en el pasado, se unen en contra de los intereses israelitas.

Solo para dar una idea de la importancia de los canales del Panamá y El Suez es oportuno señalar que, según la estadística especializada en transporte de carga marítimo, durante el tercer trimestre del presente año más de la mitad de la carga entre países asiáticos y los de América del Norte estaba programada para cruzar por alguno de esos canales, lo que es, una señal elocuente de la urgente necesidad de solventar los problemas que afrontan.

De otra manera, no sólo queda en riesgo la entrega de regalos navideños del presente año, sino una nueva disrupción de cadenas productivas, como sucedió en la época de la pandemia, con sus consecuentes repercusiones para la economía mundial.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA POLÍTICO

MAAZ