Como resultado de mi tesis doctoral en ciencia política y administración pública, escribí un libro que titulé: Estilos de liderazgo y su eficacia en la administración pública mexicana.
Entre 1998 y 2018 tuve el honor de trabajar en la administración pública federal de México, pasando por las dependencias de las Secretarías de Comunicaciones y Transportes, Desarrollo Social, Hacienda y Crédito Público, y Turismo, de ahí mi interés en estudiar estos comportamientos y el desempeño de los servidores públicos.
En principio, les diré que en nuestro país se logró arraigar el estilo de liderazgo transaccional, destacando como característica, un intercambio previamente acordado entre el líder y sus seguidores, por ejemplo, realizar actividades a cambio de un salario.
Por su parte, el que sostengo como un nuevo paradigma, el liderazgo transformacional, reduce el interés en los procesos racionales y se enfoca más en los aspectos emocionales y simbólicos, en el impacto que tiene el líder en los valores, emociones y motivaciones de los seguidores y no sólo en su comportamiento.
Así, el liderazgo transformacional o de alcance pleno, es un proceso mediante el cual el líder, preocupándose por elevar las probabilidades de éxito del seguidor y su nivel de conciencia sobre la importancia y valor de los resultados que se esperan alcanzar, lo motiva a un esfuerzo adicional, que lo lleva a desempeñarse más allá de las expectativas. Como vemos, ya no se trata sólo de una transacción.
De esta forma, varios hallazgos surgidos de esta investigación cuantitativa, que estudió los estilos de liderazgo en la administración pública mexicana, adquieren relevancia en estos tiempos. Veamos.
1. El liderazgo se encuentra presente en cualquier sociedad y tipo de organización. En México, el transaccional dominó la escena hasta los años 80s, fecha en la que aparecieron los modelos transformacionales.
2. Los resultados demostraron que utilizar comportamientos de ese modelo, incrementa en un 34 por ciento la eficacia percibida del líder y el esfuerzo extra impulsado por los seguidores, así como el desempeño general.
3. Los elementos transformacionales son utilizados en todos los niveles del gobierno, siendo más frecuentes en los altos y menos en los bajos, por lo que resulta importante la capacitación.
También, en el estudio, se midió la cantidad de carisma que un seguidor otorga a un líder ante una situación de crisis. En el caso concreto resultó que, a mayor crisis en el país (especialmente de inseguridad), menor es la cantidad de carisma que se reconoce en el líder, probablemente porque le atribuye la situación de inestabilidad.
Si esto es así, para cualquier administración, incluida la pública, resulta recomendable conocer y reforzar el modelo de liderazgo transformacional en sus políticos y servidores públicos y, en cuanto a las situaciones de emergencia como la que vivimos por la inseguridad, tener en consideración la posibilidad de que los ciudadanos puedan atribuirla a los liderazgos actuales y, para remediarlo, estar buscando nuevos actores que la puedan enfrentar.
¿Usted qué opina?
POR JOSÉ LUIS AYOUB
COLABORADOR
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