Ayer hubo fiesta. El Índice de Precios y Cotizaciones en la Bolsa Mexicana de Valores rebasó las 57 mil unidades, en gran medida por los anuncios del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (EU), que el miércoles avisó de una tríada de recortes a las tasas de interés de referencia en ese país para el futuro, lo que seguramente tendrá un espejo de este lado de la frontera.
Era la señal que todo mundo estaba esperando: certeza de que las tasas bajarán, para acudir a inversiones riesgosas, de mayor rendimiento.
Hay varios factores que animan a los inversionistas en este momento sobre México.
En general, se pueden citar cinco: (1) la subida consistente de los pronósticos de crecimiento del PIB mexicano incluso a 3.6 por ciento para este año —como dijo ayer la Cepal—. (2) la tracción que ha generado el nearshoring, refrendado como friendshoring por parte de Janet Yellen en su reciente visita a nuestro país; (3) la inflación relativamente controlada; (4) el muy seguro horizonte de recorte en las tasas de interés por parte de Banco de México en 2024; y (5) la transición política, que hasta el momento no se percibe que alterará ningún fundamento de la economía nacional en 2024, gane quien gane la elección presidencial.
¿Qué tan permanente podrá ser la subida del IPyC en 2024? La verdad es que si las tasas empiezan a bajar constantemente y no regresa la inflación a Norteamérica es posible que esta euforia bursátil se extienda y veamos al índice quizá superar las 60 mil unidades en un período relativamente corto de tiempo. Eso sería un refrendo de la confianza en el futuro del país, incluso en un contexto electoral.
Llama la atención que el precio del petróleo se disparó ayer debido al optimismo inyectado por EU al mercado. Esto ocurrió un día después de que la COP 28 anunciara oficialmente el “inicio del fin” de la era de los combustibles fósiles.
Esto significa que, como siempre, los mercados se sobreponen a los burócratas. En otras palabras: una cosa es lo que digan los burócratas reunidos en Dubái y otra muy distinta lo que quiere la gente cuando regresa el optimismo de que habrá un bajón de tasas. Ya era hora.
BANXICO
A la institución que encabeza la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja le sigue preocupando la inflación subyacente, a pesar de que ya bajó de forma importante desde el año pasado. No confían. Por eso no movieron un ápice ayer la tasa de interés. Quieren una convergencia “ordenada y sostenida” a la meta de tres por ciento.
WALMART
La firma que encabeza Guilherme Loureiro en México abrió su unidad tres mil en Hermosillo, Sonora. Se trató de un Sam’s Club y un Walmart Supercenter, con una inversión de 650 millones de pesos. Con esto llega a 52 unidades en el estado, donde está presente desde hace 29 años.
POR: CARLOS MOTA
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