TIERRA DE NEGOCIOS

COP28 y la agricultura

Agricultores de todo el mundo, con agenda que combina acción climática y seguridad alimentaria

OPINIÓN

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Mariana Otero-Briz / Tierra de Negocios / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En medio de la agudización de eventos naturales catastróficos en intensidad y frecuencia, como el huracán Otis que devastó al puerto mexicano de Acapulco, Guerrero, la profunda sequía que amenaza con destruir la Amazonia en Brasil, o las intensas lluvias e inundaciones que afectan Asia y Europa, terminó la COP28 en Dubái.

¿Qué marcó la diferencia este año en el principal foro de discusión sobre cambio climático? 

El protagonismo de los agricultores de todo el mundo en una agenda que combina acción climática y seguridad alimentaria y en la que juegan un papel central la cooperación internacional y la innovación.

La presencia de jefes de Estado, ministros, organismos internacionales, sector privado y organizaciones de la sociedad civil mandó un importante mensaje del compromiso del sector agropecuario con la agenda global de mitigación y adaptación al cambio climático.

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) -sus 34 Estados miembros y sus aliados en el sector privado- cumplieron un papel destacado, al ser anfitriones de los principales debates del sector en su pabellón: Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas.

Ahí, ministros y viceministros del continente afirmaron que el sector agroalimentario no es el principal responsable del cambio climático y, en cambio, es el único que tiene la posibilidad de secuestrar carbono en el suelo.

Y es que, el carbono que los productores agropecuarios del continente secuestran en el suelo mediante buenas prácticas, puede ser transformado en otro “commodity” que genere ingresos e impulse la economía.

Es importante destacar que la diversidad de sus recursos naturales convierte al continente americano en un actor decisivo para alcanzar métodos de producción y consumo neutrales en carbono, conservar la biodiversidad y sostener el ciclo del agua.

En este foro, el secretario mexicano de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, dejó en claro que los fondos para acción climática del sector agropecuario de América Latina y el Caribe no deben aumentar la deuda de los países. "No deberían ser tomados como créditos, ya que son pagos por servicios ambientales".

Sostuvo que la agricultura no es responsable de muchos de los impactos en el ambiente y, de hecho, puede desempeñar un papel importante para reducir emisiones mediante prácticas técnicas disponibles. La gestión adecuada del suelo, por ejemplo, puede ayudar a secuestrar CO2 y reducir emisiones, anotó.

El funcionario, que cumplió con una nutrida agenda de trabajo que también incluyó algunas reuniones bilaterales, llamó la atención sobre los esfuerzos para proteger el agua y mejorar su gestión. 

Expuso que, al ser el agua un recurso más competido y escaso, se necesitará una reconversión productiva, es decir, dejar de producir cultivos que, en regiones donde hay menos agua, son demandantes del líquido y sustituirlos a especies que tengan menos requerimientos de agua y sean más tolerantes a sequías, plagas y enfermedades.

Estoy segura que este es el principio de un escenario donde la agricultura tomará mayor protagonismo en el combate al cambio climático.

POR MARIANA OTERO BRIZ 
@BRIZCOCHO

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