Quienes le apostaban a la ruptura al interior de Morena durante el proceso de elección de la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, una vez más se quedaron con las ganas.
La madurez política priorizó la unidad por encima de los intereses personales de cada aspirante, por lo que aquellos que vaticinaban la fractura de este movimiento con la creación de corrientes internas se quedaron frotándose las manos.
Y es que con el nombramiento de Clara Brugada Molina como precandidata a la Jefatura de Gobierno, los demás aspirantes dieron muestra de responsabilidad política al acatar el mandato que las autoridades electorales determinaron, respetando así las normas que nos
rigen.
Incluso, con la presentación del Comité de Precampaña de Clara Brugada Molina, además de unidad, Morena reflejó una sólida organización y fuerza que tiene en la capital al concentrar un equipo plural con destacados líderes territoriales, sociales y culturales que conocen cada rincón de la metrópoli.
Por lo contrario, la oposición está compuesta por un sector empresarial dolido porque ahora sí se les obliga a pagar impuestos y por políticos que han perdido sus canonjías y privilegios, mientras que el Movimiento de Regeneración Nacional se ha dedicado a escuchar a la gente de toda la ciudad, sin excepción, con el fin de que sea la propia ciudadanía que priorice la continuidad de la transformación capitalina.
Y para lograr eso, Morena cuenta con la base más importante y que ha demostrado, una vez más, como es la unidad que ya se había visto en el proceso de elección de Claudia Sheinbaum Pardo y que hoy se ratifica en la Ciudad de México, por lo que se da la vuelta a la página para tender puentes y dialogar con los diversos sectores y sumar iniciativas e ideas de todas y todos para reforzar y ampliar los derechos logrados por la verdadera izquierda en la Ciudad de México, mismos que la oposición siempre quiso frenar y que, por fortuna, la ciudadanía no olvida.
Por eso, Morena dio un ejemplo de entendimiento político y de fuerza interna que distancia a este instituto político de los demás partidos, en donde los candidatos son impuestos por las cúpulas, lo que ha reducido a la oposición a niveles mínimos, que hasta la fecha no han mostrado un proyecto claro de gobierno, pues les importa más ver en dónde se colocan que el ejercer el honorable servicio público.
Y es que uno de los errores de la oposición es su necedad a entender que los capitalinos son ciudadanos exigentes que más que discursos incendiarios y de críticas sin sustento, que en ocasiones dejan ver los deseos de la oposición a que le vaya mal al gobierno en turno, sin importar las consecuencias, esperan resultados, algo que hasta el momento no han captado en la derecha, por lo que se la han sabido cobrar.
Julio César Moreno
Diputado federal de Morena
@julioc_moreno
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