“Lo que no se mide no se puede mejorar”. Esta máxima es aplicable a todas las actividades de la vida. Dando por supuesto que sabemos a dónde queremos llegar, que tenemos objetivos que alcanzar, se hace necesario revisar periódicamente lo que hemos avanzado, y definir si vamos en el camino correcto o debemos hacer modificaciones.
La evaluación es una forma de medir, y una evaluación seria de los proyectos es un instrumento invaluable para grupos, empresas, gobiernos. La evaluación es un acicate, un incentivo, un ejercicio de humildad, y de eficiencia. Una buena evaluación a tiempo puede evitar despeñaderos, o catapultar grandes ideas.
Hoy en día hay instrumentos robustos de evaluación. Uno de ellos es el Programa para la evaluación internacional de alumnos (PISA por sus siglas en inglés), diseñado por la OCDE para los estudiantes que terminan la educación media (secundaria). Evalúa tres aspectos: ciencia, matemáticas y comprensión lectora. Su objetivo es proveer de información a los gobiernos para revisar y mejorar su sistema educativo a la luz de los resultados obtenidos.
La prueba PISA se aplica para conocer las habilidades y aptitudes que han desarrollado los estudiantes para resolver problemas y enfrentar situaciones inéditas con soltura. No ‘califica’ resultados, arroja mediciones de cuánto se ha desarrollado la capacidad del estudiante para analizar circunstancias y actuar creativa y lógicamente en el mundo digitalizado y tecnológico del presente.
La última prueba PISA fue aplicada en 2022 en 37 países y sus resultados han sido recientemente dados a conocer. * En términos generales hubo un descenso en las evaluaciones en todos los países, producto de la pandemia que sufrimos. México sin embargo, está evaluado en el lugar 35 de los 37; ha tenido el peor descenso desde el año 2000 en que se aplicó por primera vez.
La reacción del Presidente al conocer los resultados fue de enojo, calificó la prueba como ‘neoliberal’ y minimizó sus resultados. Desgraciadamente, la realidad nos indica que sí reflejan nuestra situación, y que de no poner la atención debida, las cosas van a empeorar. La SEP guardó silencio, los actores gubernamentales tampoco han hablado…
El IMCO** por su parte, analizó el Informe y ha propuesto tres medidas:
- Revisar los alcances de la Nueva Escuela Mexicana, especialmente en el área de las matemáticas, donde se observa el mayor descenso.
- Aumentar el porcentaje del presupuesto destinado a Educación (se recomienda 4%, en México se destina menos del 3%).
- Profundizar en el efecto postpandemia y diseñar programas de mitigación.
¿Escucharán en el gobierno estas recomendaciones? ¿Discutirán cómo superar el rezago? O se seguirán escondiendo en los ‘otros datos’.
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
DICIEMBRE 11, 2023
WWW.OECD.ORG.>PISA
INSTITUTO MEXICANO PARA LA COMPETITIVIDAD. WWW.IMCO.ORG.MX
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