A medida que nos acercamos a las elecciones y se vislumbra la posibilidad de un gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, surge la pregunta natural, ¿qué podemos esperar de su eventual mandato? Para responder a esta interrogante, resulta crucial examinar su trayectoria y su propuesta política. Un modo efectivo de hacerlo es a través de la revisión de su carrera profesional, hábilmente resumida en el documental elaborado por su hijo, Rodrigo Imaz.
Claudia Sheinbaum es una mujer que proviene de la izquierda. Al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, comparte la misma ideología política, aunque sus trayectorias, si bien han estado juntas, muestran algunas diferencias. Su formación se gestó en las aulas, otorgándole una perspectiva única que podría influir en su estilo de gobierno.
Ella entiende que lo importante es darle continuidad al proyecto obradorista, sin dejar atrás los avances que se han hecho en materia de infraestructura, de justicia laboral, o en temas de justicia social, pero siempre con la disposición de mejorar en áreas que demanden atención. Dar continuidad, pero con sello propio. Para comprender mejor este sello propio, basta analizar su desempeño al frente del gobierno de la Ciudad de México.
Un buen ejemplo es el caso del programa, “Mi Beca Para Empezar”, un apoyo para los estudiantes de escuelas públicas. Este programa, que inicialmente beneficiaba solo a los mejores promedios escolares, fue transformado por Claudia Sheinbaum para convertirse en un apoyo universal, dirigido a todos los estudiantes. Este cambio se originó en la comprensión de que no todos los alumnos gozan de las mismas oportunidades y es vital garantizar que los niños no acudan a la escuela sin alimentarse, ya que el hambre afecta negativamente su proceso de aprendizaje.
Otro ejemplo significativo radica en el ámbito de la seguridad, un tema primordial en el país. Durante su gestión en la Ciudad de México, Sheinbaum logró reducciones significativas de 58 por ciento en delitos de alto impacto y de 50 por ciento en homicidios. Su enfoque fue integral y abordó las causas subyacentes de la inseguridad, destacándose por la creación de instituciones educativas, el fomento de la cultura y el deporte para los jóvenes, en las mejoras en las condiciones laborales y sueldos policiales, y la implementación de tecnologías para fortalecer la seguridad ciudadana.
La reciente presentación de su equipo de precampaña también arroja luz sobre la orientación de su proyecto. Los perfiles presentados reflejan la esencia de Sheinbaum, profesionales comprometidos con la transformación social.
Este equipo, en muchos casos provenientes del movimiento de la 4T, representan una mezcla de experiencia, conocimiento académico y pasión por el cambio que ella busca instaurar. Sin duda, lo que podemos esperar de Claudia Sheinbaum es un gobierno que fusione la experiencia académica con la pasión por la transformación social.
Su legado en la Ciudad de México es un testimonio de su capacidad para abordar problemas complejos y su disposición a construir sobre los cimientos existentes. Con esta visión traducida en acciones, podríamos estar ante una nueva etapa de justicia social en el país.
POR: ARTURO ÁVILA ANAYA
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