LA REBELIÓN GEOPOLÍTICA

Europa y la Derecha Extrema: Un Futuro Incierto para Ucrania

Las recientes elecciones parlamentarias en los Países Bajos y la emergencia de movimientos

OPINIÓN

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Talya Iscan / La rebelión geopolítica / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las recientes elecciones parlamentarias en los Países Bajos y la emergencia de movimientos de derecha extrema en Europa plantean una preocupación creciente sobre el futuro del conflicto en Ucrania

La disolución del gobierno de Mark Rutte en julio, impulsada por desacuerdos sobre políticas de refugiados, fue un preludio a un cambio significativo en el panorama político europeo.

La ascendencia del Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, conocido por su postura islamófoba, es un indicativo de una tendencia más amplia: el surgimiento de la derecha extrema en Europa, una fuerza que probablemente influirá en las políticas y presupuestos hacia conflictos como el ucraniano.

Este giro hacia la derecha, observable no sólo en los Países Bajos sino también en figuras como Javier Milei, que enfatiza sus vínculos con EE.UU. e Israel pero omite un compromiso claro con Ucrania, sugiere un repliegue de la cacafonía europea hacia Kiev. La falta de una mención explícita de apoyo a Ucrania por parte de líderes emergentes de derecha extrema es alarmante, considerando que Ucrania ha dependido en gran medida del apoyo occidental para contrarrestar el poder militar ruso.

El panorama para Ucrania se complica aún más si consideramos el contexto más amplio en el que se desarrolla esta ruta política.

La Unión Europea, enfrentando sus propios desafíos internos y una creciente influencia de partidos de derecha extrema, podría verse obligada a reevaluar sus prioridades, poniendo en duda el nivel de apoyo continuo a Ucrania. Esto podría dejar al gobierno de Volodímir Zelensky en una posición aún más vulnerable, con una Europa cada vez más dividida y menos dispuesta a sostener su “compromiso” con el supuesto apoyo hacia Ucrania.

Ante este escenario, Ucrania podría verse forzada a reconsiderar su posición. La posibilidad de que tenga que sentarse a negociar con Rusia, en términos posiblemente menos favorables para Zelensky y el bloque occidental, se vuelve cada vez más real.

El gobierno ruso ha informado sobre las significativas pérdidas sufridas por las tropas ucranianas, tanto en términos humanos como materiales, durante la contraofensiva iniciada en junio pasado. Según Moscú, estas pérdidas incluyen más de 90 mil soldados entre heridos y muertos, además de una cantidad considerable de equipo militar occidental destruido. Estas cifras, aunque no verificadas independientemente, reflejan la intensidad y el coste del conflicto.

El surgimiento de la derecha extrema en Europa, con su retórica aislacionista y su enfoque en agendas internas, plantea serias dudas sobre el futuro apoyo a Ucrania.

Se plantea la pregunta de si Ucrania, para el año 2024, un período crucial marcado por elecciones en EU, Rusia y la propia Ucrania, se encontrará en una posición de debilidad extrema, obligada a negociar bajo los términos dictados por Rusia. Este año electoral llevará a estos países a concentrarse más en sus políticas internas.

La difícil situación de Ucrania puede ser el resultado de haber rechazado anteriormente un acuerdo con Rusia, una decisión tomada bajo la influencia de Boris Johnson y el Reino Unido, que desembocó en una prolongada guerra. ¿A quién deberá realmente atender Zelensky para aliviar el sufrimiento de su pueblo, cuando la Unión Europea está más interesada en sus propias prioridades internas?

POR TALYA ISCAN
CATEDRÁTICA, FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES, UNAM; UNIVERSIDAD PANAMERICANA

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