DEFINICIONES

El vendedor de espejos

Samuel García se va convirtiendo rápidamente en un experto de la simulación, la mentira y la trampa

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Samuel García y Mariana Rodríguez son buenos vendedores de espejitos. Ofrecen ilusiones, y una vida perfecta. Todo, a través de redes sociales. Ahí está su target, su comprador potencial. Prometen y prometen, aunque una cosa sea la que ofertan y otra la que dan.
Tienen cualidades innegables para colocar productos en el mercado. Ella, como influencer, lo hace bien. Lleva mucho tiempo en el negocio. Él, ahora se oferta a sí mismo. Se hace pasar por “nuevo”, pero no lo parece demasiado. En ese proceso de venta, hay publicidad engañosa.

El “nuevo” no es tan nuevo, más bien se parece mucho a los viejos. Repite, corrige y aumenta los vicios de la vieja clase política. Se va convirtiendo rápidamente en un experto de la simulación, la mentira y la trampa.

Acusa trampa, por ejemplo, pero él es el tramposo: tacha de tramposas a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez por estar en campaña fuera de la ley, pero es él quien como gobernador en funciones se disfrazó de precandidato para tener miles de spots gratis en tiempos oficiales en radio y televisión.

Criticó a El Bronco por abandonar la gubernatura para irse de candidato y prometió no hacer lo mismo, y ya lo hizo.

Asegura que no está en la contienda para hacerle el trabajo sucio a la 4T y golpear a la oposición, pero es el presidente López Obrador quien lo defiende.

Dice que hará del país un lugar más seguro, pero Nuevo León es el segundo lugar más peligroso para las mujeres; segundo estado con más feminicidios.

Presume la llegada de Tesla, pero la empresa de Elon Musk no ha puesto ni la primera piedra de su planta en el estado, y probablemente no lo haga: ¿qué empresario invertiría miles de millones de dólares en un lugar donde no está claro quién gobierna y si el gobernador lo será o no de nuevo?

Samuel García no fue capaz de operar ni su relevo en la gubernatura de NL que dejará para irse de candidato, ¿y quiere gobernar el país?
Vende una cosa, pero la realidad es muy distinta. Puros espejitos. Puro humo.

Incapaz de procesar y construir acuerdos para su propia sustitución en la gubernatura, busca culpables de la crisis que desató con su separación del cargo. García que aseguró –en un sinfín de entrevistas- sería gobernador seis años, al año dos ya dejó aventada su responsabilidad. Y ahora reclama el derecho de transferirle la gubernatura a quien él decida. Como si fuera propietario de una plaza sindical. Nadie puede regatearle su triunfo, 780 mil votos lo respaldan. Pero los ciudadanos votaron por él para que gobernara, no para que heredara el gobierno a quien elija. 

Los mismos ciudadanos que lo pusieron en el Ejecutivo estatal, eligieron un Congreso sin mayoría para García, y es facultad del Congreso designar al sustituto. Ya lo han hecho, aunque a él no le guste el relevo.
El “nuevo” parece demasiado viejo… y mañoso.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM

@MLOPEZSANMARTIN

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