COLUMNA INVITADA

Si México, fuera una persona real

El caso es que si México, fuera una persona real, padecería baja autoestima, violencia económica, al arrebatarle su salarios por su trabajo

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

México, está sufriendo varios incidentes naturales catastróficos y lamentablemente, seguirán sucediendo. Ante ello, tuvimos una enorme suerte, pues durante los últimos cinco años no se vivieron tragedias que necesitaran una inversión extraordinaria, para reparar el patrimonio emocional y económico de las familias mexicanas. Eso, hasta el día 25 de octubre de este año, donde como se sabe, un huracán destrozó miles de viviendas en el estado de Guerrero, cuya fuente de riqueza depende casi en un 80% del turismo. Pero antes, habríamos estado expectantes de la posibilidad de que el volcán Popocatépetl, erupcionara, dañando gran parte de los estados de Puebla, CDMX, Tlaxcala, Morelos; y toda colindancia a donde llegaran cenizas. Cualquier evento más impactante, desvía las miradas; y eso ocurrió con las afectaciones, por la depresión tropical Norma que habría inundado Navolato, Sinaloa, unos días antes. Esto al parecer, no quedará ahí, para el fin de año se esperan eventos naturales particularmente intensos, para los cuales no estamos preparados.

Se han hecho muchas preguntas y críticas al gobierno que ejerce la potestad, tanto en lo federal como en lo estatal, pero pienso, que la necedad parte de nosotros, pues la consistencia ante la evasión de la responsabilidad ha sido reiterada por parte de este gobierno. Por lo que, nuestros esfuerzos como sociedad civil, deben ser de profundo cambio, pero sobre todo de concientización.

Uno de los temas que debemos mencionar, a voz plena, es que gran parte de la carencia económica para sortear todos estos fenómenos, se ha repartido en pagos chiquitos en programas sociales o de infraestructura ajena a las necesidades poblacionales, que como se aprecia no representan un beneficio ante la pérdida de familiares o el patrimonio, de toda una vida. Es lo que se conoce en México como las famosas tandas, al final, acabamos perdiendo más de lo que ahorramos y muchas veces el organizador se va con el carro completo, dejando a todos desvalijados.

El caso es que si México, fuera una persona real, padecería baja autoestima, violencia económica, al arrebatarle su salarios por su trabajo, como sucede en muchas de instituciones del gobierno, donde a los trabajadores, no sólo del poder judicial, sino en general se les contrata de forma temporal pidiéndoles parte de su salario o de lo contrario no se renuevan las plazas o en caso de los programas sociales se amenaza con la suspensión de los mismos. También sería sujeto de violencia doméstica, porque en su propia casa tiene que soportar; cuanta agresión física y emocional se le propine; al no detenerse al narcotráfico y otras ruindades que lesionan gravemente el tejido social. Seguro la violencia emocional, sería cosa de todos los días, porqué a pesar de lo anterior, constantemente se le humilla, pidiéndole que agradezca; que tiene un trabajo precario; o un programa social. Me imagino que sería una persona deprimida; y que la ansiedad sería parte del mismo cuadro. Pues todo lo anterior, viven muchos mexicanos; situaciones en las que le quitan la dignidad, para que alguien con poder, disponga del mismo.

¿Qué pensarán aquellos atletas que obtuvieron medallas en los juegos panamericanos; cuando el premio prometido acaba de ser retirado? Las ocurrencias de las “donaciones” para otras necesidades, reflejan la respuesta que muchos ya tenemos. No existen partidas para emergencias, por lo cual, no veo la necesidad de preguntar dónde quedaron los fondos para eventos destructivos, simplemente es una cuestión de sumar, las cosas que se están repartiendo, como parte de una política pública, que pretende aparentar, quitarles a los ricos para darle a los pobres; pero ésta ha sido descubierta, porque cuando no tienes nada que dar, simplemente das la vuelta. 

De ser México una persona, alguien más dentro de la casa, se habría gastado los ahorros familiares engañando a todos.

Ahora qué, pensándolo bien, la voz de esa persona real que es México. Exclama: ¡Ya basta! Entonces, parece que no aceptará realidades alternativas, puesto que muchos lo han perdido todo, y frente a la desgracia igualitaria, México se levanta; puede cambiar su rumbo.

POR SARA MORGAN

@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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