CIUDADES SUSTENTABLES

La ciudad y la interna de Morena

Por lo pronto ya perdimos una oportunidad de discutir la ciudad desde la perspectiva del polo que la ha gobernado durante las últimas décadas

OPINIÓN

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Vidal Llerenas / Ciudades Sustentables / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Morena está por elegir su candidato o candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. Los perfiles de quienes contienden no podrían ser más diversos. Por un lado está Omar Garcia, quien dirigió la policía de la ciudad, con buenos resultados, aunque sin relación previa con la capital. Salvo en el tema de seguridad, de su trayectoria se pueden tener pocas pistas de lo que podría ser una agenda de gobierno. La otra alternativa es Clara Brugada, quien es, por tercera ocasión, alcaldesa de Iztapalapa, fue procuradora social y varias veces legisladora. Su trabajo público ofrece más elementos para poder imaginar lo que podría ser su gobierno. En todo caso ese parece ser el problema, la agenda se tiene que imaginar. Es verdad que no estamos en un proceso electoral formal, no es siquiera una precampaña, pero la política democrática tendría que ser esencialmente basada es las propuestas de políticas para atender los asuntos públicos. Es legitimo buscar el poder, pero para poder concretar una obra de gobierno. La oferta de continuidad no basta, aunque es legitimo y útil la defensa de un gobierno en marcha, así como asumir como bandera el  mantener buena parte de lo que se está desarrollando, es siempre necesario hacer balances, plantear cambios y dar a conocer la visión de quien pretende gobernar. 

Es un problema que fundamentalmente se encuentra en los mecanismos de elección de candidatos que han prevalecido en esta temporada pre electoral en Morena y en el Frente. Esto como resultado de una deficiente legislación electoral, que limita la actividad política, como si no fuera un proceso permanente. Se utiliza la encuesta para elegir, sin que existan mecanismos de regulación de las actividades de promoción, y, como se supone que quienes aspiran formalmente no lo hacen para el cargo público en cuestión, se desincentiva la presentación de agendas. Esto tendría que ser modificado por un sistema de primarias, organizadas y sancionadas por las autoridades electorales, en las cuales los militantes, o la ciudadanía en general, eligieran entre los pre candidatos y candidatas de los distintos partidos por medio del voto. Eso es común en otras democracias.

Por lo pronto ya perdimos una oportunidad de discutir la ciudad desde la perspectiva del polo que la ha gobernado durante las últimas décadas. Del otro lado, del Frente, que conjunta mayormente a la oposición histórica de la capital, tampoco lo programático es una preocupación. Todo parece indicar que ya existía una acuerdo para nominar a un integrante de la fracción dominante de uno de los partidos de esa coalición, por lo que en realidad no tendrán un proceso electivo de candidaturas. Es verdad que las propuestas podrían venir después, en las campañas, ojalá existan espacios de verdad constructivos para discutirlas, pero, por lo pronto la capacidad para formularlas y defenderlas no será el factor para elegir a las o los abanderados. 

El problema es que la enorme complejidad implica el buscar todo el tiempo nuevas soluciones. El modelo de ciudad que inicia con la elección de los gobernantes de la capital, el de la izquierda, ha sido exitoso, avanzó en construir una red de protección social, en esquemas novedosos de movilidad, en mejores espacios públicos y en mantener buenos niveles de seguridad, en relación con el resto del país. Ahora, los retos hacia adelante son enormes. Se requiere retomar la puesta en operación de sistemas de transporte masivo, y, por tanto encontrar alternativas para su financiamiento y para que sirvan se soluciones metropolitanas. El agua sigue como tema pendiente, la situación no es crítica, pero podría serlo de no movernos a acciones que reduzcan sus consumo, las fugas y aprovechen el agua de lluvia. La vivienda es un tema a resolver, simplemente no producimos vivienda social en zonas céntricas. La vocación económica misma tiene que redefinirse para aprovechar fenómenos como el nearshoring y diversificar los motores de desarrollo. La ciudad tiene que desarrollar nuevas centralidades que ofrezcan empleo, servicios y buenos espacios públicos sin necesidad de desplazamiento. El tema es que esto, lo sustancial, no se discute cuando es la encuesta el método electivo, dónde es una percepción difusa, no la deliberación la que define a quienes son electos.

POR VIDAL LLERENAS
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@VIDALLERENAS

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