Todo mundo se pregunta por qué México no se preparó a tiempo para el terrible fenómeno meteorológico del huracán Otis que devastó a Acapulco. Los ciudadanos pensamos que existe un super equipo que asesora al presidente de la República y que tiene en su poder toda la información para prevenir y atender un desastre. Otis nos recordó que esto no existe porque hemos descuidado a las instituciones de inteligencia para la seguridad nacional.
Graham Allison es un politólogo estadounidense reconocido por su trabajo en el campo de la toma de decisiones. En su libro que trata sobre la crisis de los misiles soviéticos en Cuba introdujo el concepto de "racionalidad limitada" como una de las patologías que pueden afectar a las agencias de inteligencia y a los tomadores de decisiones.
Allison desarrolló el concepto de "racionalidad limitada" que se refiere a la idea de que, en situaciones de toma de decisiones complejas y de alto riesgo las instituciones de seguridad a menudo tienen recursos y tiempo limitados para recopilar, procesar y analizar información. Como resultado, su capacidad para tomar decisiones totalmente racionales y óptimas se ve comprometida por estas limitaciones.
En el contexto de las agencias de inteligencia, la racionalidad limitada puede manifestarse de varias maneras. Por ejemplo, la presión por proporcionar información oportuna puede llevar a la confianza excesiva en fuentes no verificadas o a la falta de tiempo para realizar análisis exhaustivos. También puede dar lugar a la confirmación sesgada, donde los analistas tienden a buscar y dar más peso a la información que respalda sus preconcepciones. Estos sesgos y limitaciones pueden afectar la calidad de la inteligencia proporcionada a los formuladores de políticas y, en última instancia, influir en la toma de decisiones.
Regresando al tema del huracán Otis, las instituciones y los ciudadanos nos confiamos que tenemos un gran sistema de protección civil para prever y atender todo tipo de desastres naturales. La realidad de nuevo nos quitó la inocencia.
El problema de fondo es que tenemos un sistema de seguridad absolutamente descoordinado. El presidente de la República no cuenta con un jefe de gabinete capaz de coordinar las acciones de prevención y reacción frente a los riesgos tradicionales y emergentes. La decisión de convertir a la SEGOB en un florero tiene consecuencias. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana no puede asumir tantas responsabilidades técnicas y políticas.
En esta crisis también salió a relucir la pequeña capacidad de las autoridades de Guerrero que se esconden debajo del manto de la responsabilidad del gobierno federal.
México ha aprendido y generado instituciones para gestionar crisis y desastres naturales. Aprendimos mucho y estamos mejor preparados para los terremotos, pero Otis nos recordó que nos confiamos en materia de huracanes y que las patologías de las instituciones de seguridad persisten.
Agenda estratégica: El sábado pasado se cumplieron cuatro años del terrible asesinato de integrantes de la familia Le Barón en Bavispe, Sonora. Shalom, Adrián, Adriana, Melissa, Julián, Bryan y todos los integrantes de la familia Le Barón crearon la organización Rhonita Vive A.C. no solo para honrar la memoria de su sangre sino para avanzar una agenda en favor del acceso a la justicia de las víctimas de la impunidad.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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