COLUMNA INVITADA

La palabra como arma para la lucha

Muchos periodistas en Gaza han sido asesinados por los bombardeos israelíes, y los que quedan, ven su labor obstaculizada. Fluye mucha menos información de la que debería sobre lo que está sucediendo

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El significado explícito de la supresión sistemática de las "voces" palestinas por parte de “occidente”, es, que los palestinos no deben tener "voz" en absoluto. El notable sesgo en la cobertura de la guerra por parte de los medios de comunicación occidentales, genera la percepción de que las vidas palestinas no son iguales a las israelíes. Entre la arrogancia y la desesperanza, está, además, el bloqueo informativo que Israel ha impuesto, sin permitir la entrada de periodistas a Gaza.

Muchos periodistas en Gaza han sido asesinados por los bombardeos israelíes, y los que quedan, ven su labor obstaculizada. Fluye mucha menos información de la que debería sobre lo que está sucediendo. Por estimaciones de la ONU, el número de muertos supera los 9 mil de los cuales casi 4 mil son niños. El número de heridos probablemente sea mayor al informado. La cifra reportada supera los diez mil, pero, en realidad, no hay forma de saberlo; el de muertos, es, sin duda, mucho mayor por la cantidad edificios destruidos con cadáveres bajo los escombros. Más de un millón de personas fueron desplazadas, quizás, más, pero tampoco lo sabemos con certeza. El impacto es terrible, y la incertidumbre y el trauma para los niños, horrible.

Por esto, ante esta catástrofe humanitaria, no podemos permanecer callados. El silencio nos hace cómplices de un genocidio, especialmente de niños. Este conflicto, conforme con la UNICEF, está matando infantes a un ritmo más rápido que casi cualquier otro conflicto armado en décadas, y apenas se ha cumplido un mes.

Si esto no nos irrita, no nos corroe hasta la médula, estamos perdidos como humanidad. No podemos combatir cuerpo a cuerpo ni hacer un llamado a empuñar armas, pero esta columna es una minúscula partícula en una marejada informativa que, a más de doce mil km de distancia, busca despertar la conciencia, apelando a los valores humanos fundamentales; ser una voz disidente, una condena, una protesta contra la barbarie y la infamia: La palabra como arma para la lucha.

Nada puede servir de argumento para justificar el asesinato indiscriminado de civiles. En el negocio de la guerra la deshumanización es parte fundamental; pero el asesinato colectivo de inocentes, mujeres, ancianos y niños es imposible de defender. Olvidar esta verdad, es manipular nuestra existencia misma. La matanza indiscriminada de palestinos no es un "daño colateral"; el Estado de Israel viola sistemáticamente los principios del Derecho Internacional y comete atrocidades en contravención a la Convención de Ginebra, incurriendo en crímenes de guerra.

En esta batalla desigual entre la arrogancia del impune y la desesperanza del olvidado, no hay que callarnos: Palestina vivirá y su canto de esperanza, nunca será silenciado.   

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
SOCIO DIRECTOR DE LATORRE & ROJO, S.C.
@DIEGOLGPN

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