CUERPO Y ALMA

¿Dónde jugarán los niños?

Se trata de las miles de niñas, niños y adolescentes que se unirán a las filas de la explotación laboral infantil como producto del desastre natural

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Mientras la atención mediática se centra en la destrucción de Acapulco Diamante o las fake news sobre inverosímiles situaciones como integrantes del Ejército robando despensas a los damnificados, Otis profundiza sus efectos a través de un drama cuyas consecuencias descubriremos a mediano plazo y que se mantiene lejos de la agenda pública.

Se trata de las miles de niñas, niños y adolescentes que se unirán a las filas de la explotación laboral infantil como producto del desastre natural. Sucede siempre. Es un fenómeno muy estudiado por organismos como la Organización Internacional del Trabajo, que ofrece una valoración aterradora: de las 200 millones de personas afectadas anualmente por catástrofes meteorológicas, un tercio son menores.

Save the Children, por otra parte, ha alertado que por cada punto porcentual que aumenta la pobreza, el trabajo infantil crece 0.7 por ciento. ¿Hacemos las cuentas para Guerrero? UNICEF y el Gobierno de México han estimado que más de 296 mil niñas, niños y adolescentes podrían haberse visto seriamente afectados, según el reporte presentado el 30 de octubre.

Organizaciones de la sociedad civil y actores gubernamentales se encuentran apenas en la fase de recopilación de información sobre las necesidades inmediatas de la niñez y la adolescencia en términos de salubridad, apoyo psicosocial y capacitación al personal de primera línea para prevenir el abuso y la explotación.

En México, 3.7 millones de menores trabajan, de acuerdo a la más reciente edición de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, presentada el 5 de octubre; es 14.1% más respecto de la medición previa, de 2019; evidencia del impacto multidimensional de la pandemia de Covid-19.

Si bien cualquier ocupación de personas menores de 15 años es ilegal, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, hay algunas catalogadas como prohibidas por ser social y moralmente indeseables, como la servidumbre por deudas, el uso, reclutamiento u oferta para la prostitución, producción de pornografía o para cometer ilícitos. Todas, riesgos latentes aquí y ahora.

Frente al estremecimiento colectivo que ha dejado el más destructivo huracán de los años recientes en nuestro país, la pregunta es: ¿cómo impedimos que la pérdida de los métodos de subsistencia familiar obliguen a las infancias de Acapulco y otras comunidades afectadas a dejar la escuela y ponerse a trabajar? Ese, justo ese, es nuestro trabajo. El de ellas y ellos debería ser solamente —como canta Maná— encontrar dónde jugar.

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA 
@MAELENAESPARZA

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