El ciberacoso es una forma de violencia que se ejerce a través de medios digitales, como internet, redes sociales, aplicaciones móviles, etc. El acoso cibernético puede afectar a personas de cualquier edad, género, orientación sexual o condición social, pero suele ser más frecuente entre niños y adolescentes.
El ciberacoso es un problema grave que afecta a millones de personas en México. Según datos del Módulo de Ciberacoso (MOCIBA) 2022, realizada por el INEGI, el 20.8% de las personas mayores de 12 años que usan internet han sido víctimas de algún tipo de ciberacoso. Esto significa que alrededor de 17.4 millones de mexicanos han sufrido algún tipo de hostigamiento, amenaza, difamación, extorsión o chantaje en línea. Además, se existe una brecha de género, ya que el 22.4% de las mujeres internautas reportaron haber sido ciberacosadas, frente al 19.1% de los hombres. Estos datos muestran la necesidad de prevenir y combatir este fenómeno que atenta contra la dignidad, la seguridad y la privacidad de las personas en el ámbito digital.
Esta brecha, curiosamente, se pronuncia más de manera estatal. Mientras que el promedio nacional de los internautas que sufren acoso es 20.8%, se observan estados que se encuentran por arriba de este promedio como Tlaxcala (30.4%), Durango (27.9%) y Tabasco (27.9%). En contraste los estados con menor ciberacoso del país son la Ciudad de México (16.9%), Jalisco (16.9%) y Morelos (17.2%).
En cuanto a los tipos de ciberacoso, el contacto mediante identidades falsas representó el más frecuente con 37.3%, seguido de mensajes ofensivos con 35.4% y la recepción de contenido sexual con 27.0%. Otro de los datos importante es que el promedio de horas de uso diario de internet por parte de la población que sufre ciberacoso en México es significativamente mayor que la del promedio poblacional, pues mientras que la población internauta en México utiliza entre 4.9 y 5.0 horas al día el internet, la población que sufre ciberacoso se conecta entre 5.9 y 6.0 horas al día, esto nos indica una clara correlación entre un mayor uso del internet y el incremento en la probabilidad de sufrir ciberacoso.
Esta problemática demanda contar con un marco legal que proteja los derechos humanos de las personas afectadas por el ciberacoso y que sancione a los agresores. En México, existen algunas leyes locales que tipifican el ciberacoso como delito, como la reforma al Código Penal del Estado de Puebla que establece penas de hasta tres años de prisión. Sin embargo, no hay una legislación federal que armonice los criterios y las medidas para prevenir, atender y erradicar el ciberacoso en todo el país. Esto implica que hay una falta de homogeneidad y coherencia en la aplicación de la justicia y que muchas víctimas quedan en la impunidad o no reciben el apoyo adecuado.
Por lo tanto, es importante impulsar una ley general que combata el ciberacoso en México, que reconozca la violencia digital como una forma de violencia de género, que establezca mecanismos de prevención, atención y reparación para las víctimas, que garantice el acceso a la justicia y que promueva una cultura de respeto y convivencia pacífica en el ciberespacio.
POR GONZALO ROJON
PAL