COLUMNA INVITADA

Precampañas

No debiera ser una lucha entre partidos, sino una competencia al interior de los partidos mismos

OPINIÓN

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Arturo Sánchez Gutiérrez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En tan solo diez días de precampañas presidenciales el desempeño de los aspirantes ha dejado ver todo tipo de estrategias, maniobras y luchas encarnizadas por posicionarse ante la sociedad en su conjunto, no solo ante las militancias de sus partidos. No se podía esperar menos, pues para motivos prácticos, la sociedad ha visto a Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y ahora a Samuel García, como actores que prácticamente tienen aseguradas sus candidaturas, pero necesitan incrementar su reconocimiento general. Después de todo, las encuestas ya están corriendo.

Las precampañas están diseñadas para que los aspirantes a las candidaturas adquieran el favor de la militancia de sus partidos para que los órganos correspondientes aprueben su postulación. No debiera ser una lucha entre partidos, sino una competencia al interior de los partidos mismos. Por eso no es válido llamar al voto, hacer promesas de campaña o planes de gobierno y, desde luego, hacer uso de recursos públicos en sus actividades promocionales. El problema en las precampañas en curso es que las tres precandidaturas a la vista no tienen contrincantes internos, pero aprovechan el espacio de ley para posicionarse. Por ello están al aire los promocionales de radio y televisión que la ley otorga a las precandidaturas y las actividades se parecen más a una campaña formal que a una precampaña como tal.

Después de los eventos previos al inicio del proceso electoral, cuando el Frente Amplio por México y la alianza encabezada por Morena definieron a sus respectivas coordinadoras, el trabajo del INE para contener los posibles excesos no está resultando fácil. La Comisión de Quejas y Denuncias del INE ha tenido que actuar con celeridad para, por ejemplo, pedirle al precandidato de Movimiento Ciudadano que modere su discurso y deje de hacer referencias a las aspirantes de las otras fuerzas políticas o realizar promesas de campaña; y la misma Comisión ha tenido que retirar del aire los spots promocionales de Xóchitl Gálvez por no identificarse claramente como precandidata de sus partidos. 

Todo indica que el ambiente seguirá tensándose, al menos hasta el 18 de enero, cuando terminen las precampañas presidenciales formales. Mientras tanto las declaraciones del Presidente Fox sobre la esposa de Samuel García y el activismo de las precandidaturas seguirán generando críticas, quejas ante el INE. 

Uno de los temas que aún está por resolverse es la fiscalización de los recursos que utilizaron todos las y los aspirantes de Morena y del Frente Amplio por México en los procesos que culminaron con los nombramientos de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Pronto el INE emitirá su veredicto al respecto y será interesante conocer cuánto se gastó en la cantidad de bardas, espectaculares y demás que estuvieron a la vista de toda la República durante varios meses. Mientras, las precampañas continúan y lo cierto es que antes del Año Nuevo estamos viviendo los anuncios de lo que será la campaña presidencial a partir de abril próximo.

POR ARTURO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
PROFESOR INVESTIGADOR, ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y GOBIERNO
TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@ARTUROSANCHEZG

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