COLUMNA INVITADA

México en Riesgo: el camino hacía el autoritarismo

Los ciudadanos, la sociedad civil y los partidos políticos debemos reconocer la urgencia de la situación y plantarnos firmes para preservar lo que queda de nuestra democracia

OPINIÓN

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Itzel Arellano Cruces / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Vivimos tiempos inciertos en México, donde la palabra "democracia" parece perder su significado día con día. Basta recordar que en el Índice Democrático 2021 de The Economist, nuestro país cayó en la triste categoría de "régimen híbrido", con una preocupante puntuación de 5.57 sobre 10, colocándonos en el lugar 86 de 167 naciones. ¿Cómo llegamos hasta aquí?

Una señal clara de está regresión son los constantes ataques a las instituciones, organismos autónomos y al Poder Judicial; su independencia está siendo despedazada por intentos persistentes del Ejecutivo para convertirlos en un títere al servicio de una sola persona. 

Pero eso no es todo, organismos que han costado años de lucha, evolución institucional y fungen como guardianes de la democracia, como el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales también están bajo asedio. ¿El objetivo? Debilitar las herramientas que garantizan elecciones justas y el acceso a la información, pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática.

Tampoco podemos ignorar la manipulación y la corrupción de las fiscalías que, en lugar de perseguir la justicia, se han convertido en armas políticas, al servicio de quienes ejercen el poder. Acusaciones falsas, persecución política y prácticas de espionaje debilitan no solo la credibilidad del sistema legal, sino también nuestra confianza en la imparcialidad de la justicia.

El respeto a la Constitución y la división de poderes es algo que parece estar en el olvido. El gobierno actual no solo ignora estos principios, sino que los pisotea en su afán desesperado de concentrar el poder. La polarización y los constantes ataques a periodistas no son más que los síntomas de un país que avanza peligrosamente hacia un régimen autoritario.

Estamos a tiempo, es hora de despertar; las elecciones del siguiente año son clave para recuperar mediante representantes dignos, el camino a la solidificación democrática de nuestro país. Los ciudadanos, la sociedad civil y los partidos políticos debemos reconocer la urgencia de la situación y plantarnos firmes para preservar lo que queda de nuestra democracia. No permitamos que pequeños pasos nos lleven a un abismo del cual será difícil regresar. La historia nos enseña que el autoritarismo no llega de un día para otro; es el resultado de nuestra pasividad ante los atropellos. Es momento de alzar la voz antes de que sea demasiado tarde.

Itzel Arellano Cruces 

Jefa de Oficina de la Coordinación del GPPAN

EEZ