La reciente edición de Intertraffic Mexico, organizada por RAI y Tarsus, no solo puso de manifiesto la urgencia de repensar nuestras políticas de movilidad, sino que también nos ofreció una visión comparativa con los esfuerzos de Países Bajos, un líder en innovación y sostenibilidad en el transporte.
Chris de Veer, funcionario holandés a cargo de la movilidad inteligente en dicho país, nos recordó la inminente necesidad de actuar frente a la crisis climática, señalando cómo el tráfico contribuye significativamente a las emisiones de CO2.
Su enfoque no solo radica en mitigar el impacto ambiental, sino en transformar el paisaje urbano para promover una movilidad eficiente y sostenible. Holanda se erige como ejemplo con más de cuatro millones de bicicletas en uso cotidiano, una infraestructura que facilita la movilidad y un objetivo de alcanzar una ciudad de “15 minutos”; es decir, donde la vida diaria se viva a una distancia amigable en bicicleta o a pie.
Por su parte, Rogelio Jiménez Pons, Subsecretario de Transporte del Gobierno de México, destacó los desafíos de nuestro país en términos de infraestructura y logística. Aunque se han realizado inversiones significativas, como la construcción de nuevos aeropuertos y la modernización de las carreteras, aún enfrentamos problemas de seguridad, eficiencia y burocracia que impiden el avance hacia una movilidad integral y justa.
La situación en México demanda una revisión crítica. Se han logrado avances en áreas metropolitanas con el uso de tecnología para mejorar el tráfico y la seguridad; sin embargo, la falta de una base de datos federal robusta y actualizada dificulta el control y la gestión eficaz del transporte en el país. La visión de Jiménez Pons se alinea con la necesidad de una política pública enfocada en la digitalización y en la cobertura completa del territorio nacional y no solo en centros urbanos.
¿Qué podemos aprender de Países Bajos para aplicarlo en México? El ejemplo holandés nos muestra que la movilidad no es solo una cuestión de tecnología o infraestructura, sino también de cultura y comportamiento. La movilidad inteligente requiere un enfoque holístico que considere la accesibilidad, la sostenibilidad y la equidad social.
La clave está en desarrollar un sistema de movilidad integrado que promueva alternativas al uso del automóvil, como la bicicleta y el transporte público, y que aproveche las tecnologías emergentes para mejorar la seguridad y la eficiencia. Sin embargo, esto no
puede lograrse sin una política pública que respalde la innovación y la regulación necesarias para adaptarse a los nuevos paradigmas de movilidad.
México tiene la oportunidad de transformar su panorama de movilidad, pero requerirá de una colaboración sin precedentes entre el gobierno, la industria y la sociedad civil.
Tenemos frente a nosotros todavía algunos desafíos, como señaló Jiménez Pons, para implementar un sistema de movilidad que no solo sea eficiente y seguro, sino que también sea justo y equitativo para las, les y los mexicanos… Un modelo de movilidad centrado en la sostenibilidad y la innovación; adaptado a nuestra realidad única y compleja.
¡Y tengo buenas noticias! Cuando tuve oportunidad de platicar con Chris de Veer, se mostró profundamente interesado en el funcionamiento de nuestro sistema de transporte integral en la Ciudad de México. Me dio gusto saber que las soluciones de movilidad nacionales son referentes en otras latitudes.
Por Itziar Gómez Jiménez
Directora de Agencia de Comunicación Plasmar
MAAZ