Las precampañas presidenciales finalmente iniciaron.
Sin embargo, hay una sensación de desgaste temprano después de meses, incluso años, de exposición prolongada de los aspirantes.
Quizás la única buena noticia es que, a medida que van tomando forma los temas y los equipos, las y los candidatos deben pasar a las propuestas y definiciones: es ahí donde estamos obligados a poner la mirada por el campo.
Como en contiendas anteriores, el sector agroalimentario está listo para sensibilizar a los futuros gobernantes, indistintamente de quien se levante con el triunfo.
El campo, que lleva siglos desarrollándose en el país, mira hacia el largo plazo, pues su trascendencia supera al paso efímero de cualquier administración.
Pero también es cierto que esta actividad que da de comer a México puede tener mejor prospectiva con gobernantes que escuchen y, sobre todo, que aprendan lo que el campo necesita.
Lastimosamente, no siempre se ha logrado que la palabra empeñada por los candidatos se traduzca en acciones de gobierno.
La realidad es que a los candidatos en campaña, prometer les sale barato.
Ya en el poder, cambian la jugada y aparece la tríada maldita: burocracia ineficiente, funcionarios ignorantes y excéntricos de ideologías trasnochadas que, sin haber sacado una mazorca de la tierra, quieren dictarle agenda al campo mexicano.
En 2018, desde el Consejo Nacional Agropecuario impulsamos la Agenda 2030 que fue presentada a los entonces candidatos a la Presidencia de la República.
Aún y cuando varias propuestas fueron abrazadas por el actual titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, como el apoyo al campo y la autosuficiencia alimentaria, ya gobernando, traicionó al sector.
Nombró a personajes de ignominia agrícola al frente de las carteras estratégicas, impulsó una agenda suicida en contra de nuestros socios comerciales, y concentró los recursos en instancias corruptas como Segalmex, y en apoyos sociales infructuosos. La palabra dada, tirada a la basura.
Por eso debemos seguir muy de cerca lo que Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Samuel García presenten como propuesta para el campo, y a qué personajes nombran para su impulso.
Como apuntaba hace unas semanas, la iniciativa #PorNuestroCampo tiene muy claros los desafíos vigentes que, además, son consistentes con los resultados del Censo Nacional Agropecuario 2022 recién publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi): altos costos, inseguridad y falta de apoyo gubernamental para el sector agrícola.
Quizás las nuevas promesas tampoco se cumplan, pero que esté en ellos el peso de cumplir o fallar. El campo los estará viendo.
CUMULONIMBUS
‘Ser presidente no cambia quién eres, revela quién eres’, Michelle Obama.
BOSCO DE LA VEGA
COLABORADOR
@BOSCODELAV
MAAZ