LA NUEVA ANORMALIDAD

La FIL es la FIL es la FIL

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, ese espacio en el que convergen todas las ideas, todos los idiomas y todas las posturas políticas. Y todo en libertad

OPINIÓN

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Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Irrumpieron en la Expo Guadalajara marchas que pretendían culpar a un solo lado de lo que sucede en Medio Oriente, coreando consignas, reduciendo 80 u 800 u 8 mil años de historia a un sonsonete y un hashtag. A unos metros, un Maruán (Soto Antaki) y un Jacobo (Dayán) discutían no con tolerancia sino con fraterno cariño lo que allá sucede, en respuesta a las preguntas lúcidas de Frau Warketnin. Mientras, en el público, una Bechelany (Gina) pasaba el micrófono y un Kleinburg (Gerardo) los interpelaba. La FIL es la FIL.

Javier Solórzano y Carmen Aristegui moderaron juntos una mesa sobre el Poder Judicial. Con dos ministros de la Corte que parecían tener posiciones antagónicas pero resultó que coincidían.

Entre economistas: Salomón Chertorivski cuestionó un planteamiento de Santiago Levy. Y luego Gerardo Esquivel lo dinamitó. A la moderadora, Denise Maerker, le pareció que lo único sensato era subir a la mesa a Levy, presente en el público, para réplica. Yo le cargué la silla al estrado. Luego les tomé la foto. Y luego nos fuimos todos a comer. La FIL es la FIL.

Vino Samuel García a presentar un libro suyo que seguro no leeré. Y Salomón Chertorivski (otra vez) a hacer lo propio con uno que me parece lectura obligada para entender la CDMX. Vino Xóchitl Gálvez. (No asistí a su sesión pero ella sí a la mía: qué gentil.) Claudia Sheinbaum no, pero mandó felicitaciones y parabienes vía Twitter. Lamentamos mucho su ausencia todos. Más Paco Ignacio Taibo II –ese habitué– quien, dicen, tenía mucha ilusión de que le presentara su libro. La FIL es la FIL.

Vino John Ackerman. Y Jorge Castañeda. Vino Héctor Aguilar Camín. Y Hernán Gómez. Vino Natalia Lafourcade. Y Carlos Miguel Prieto. Y El Fisgón y Calderón y Cucamonga y Jis y Trino. Y Manolo Caro. Y Pascal Quignard. La FIL es la FIL.

Vinieron Cuauhtémoc Medina y Jorge Zepeda, Macario Jiménez y Yásnaya Elena A. Gil. Se habló español. Y náhuatl. Inglés y francés. Árabe y hebreo. Se argumentó en pro y en contra del Estado. Y del individualismo. Y del comunitarismo. Y de la evidencia como articulador de políticas públicas. Y del PAN. Y de Morena. Y de MC. Y del PRI. Y del EZLN. Y de la FIL. La FIL es la FIL.

La FIL es parte de la UDG. Muchos de cuyos universitarios militan en un partido local aliado con Morena. Y muchos de los cuales no. ¿Importa eso para la FIL? No lo creo. La FIL incluye lo político pero lo trasciende. La FIL es la FIL es la FIL.

Yo trabajo para la FIL. ¿Escribo esto a su nombre? No. ¿Lo he discutido antes con alguien? No. Porque la FIL es un espacio plural pero, antes, un espacio libre. En ella y sobre ella se dicen cosas con las que estoy en completo acuerdo. Y cosas con las que estoy en virulento desacuerdo.

La FIL es la FIL es la FIL es la FIL.

La FIL somos todos. De eso se trata la FIL.

POR NICOLÁS ALVARADO

COLABORADOR

IG: @NICOLASALVARADOLECTOR

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