COLUMNA INVITADA

Fuerza y corazón por México

La alianza formada por PAN, PRI y PRD ha registrado ante la autoridad electoral la coalición

OPINIÓN

·
Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La alianza formada por PAN, PRI y PRD ha registrado ante la autoridad electoral la coalición FUERZA Y CORAZÓN POR MÉXICO para contender en el proceso en marcha, en el que estarán en juego no solamente la Presidencia de la República, sino el Congreso de la Unión, nueve gubernaturas, más de mil diputados locales y casi dos mil ayuntamientos.  

Esta coalición conformada por partidos políticos, como lo exige la legislación electoral, va mucho más allá de los partidos, y se enriquece con la participación de cientos de agrupaciones de la sociedad civil, que están dando a la campaña el contenido ciudadano indispensable para hacerla atractiva y ganadora. Esta campaña va a necesitar de fuerza. ‘Fuerza’ es, según el diccionario: ‘vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o haga resistencia’.   

Lo que se debe mover en esta campaña es la voluntad de los electores para que nos favorezcan con su voto. Para eso debemos tener propuestas viables y atractivas, presentadas estratégicamente.  

La robustez de nuestras propuestas, plasmadas en la Plataforma común, y en las de cada uno de los partidos, serán nuestra mejor arma.  

Fuerza es valentía, para arrostrar las críticas y para saber aceptar las que son constructivas. Fuerza es determinación, para enfrentar al aparato del Estado. 

Fuerza es resiliencia, para no reaccionar negativamente ante adversidades pasajeras. Esta es la fuerza que está consiguiendo la coalición.  La fuerza de las ideas, no la del acarreo. La fuerza de las palabras claras y francas, no la del engaño o de la dádiva o de la mentira.  

La fuerza de las ideas y de los valores, porque “…son nuestras únicas armas, ni tenemos otras, ni las hay mejores” (Gómez Morin, 2014). Y la campaña también requiere corazón, un corazón valiente y comprometido. Más bien, miles de corazones. No un corazón débil y meloso, ni un corazón cursi o lacrimoso.  

Corazones que latan al unísono por servir a los demás, que estén dispuestos a esforzarse para mejorar las condiciones de vida de tantos mexicanos que sufren por la falta de lo más indispensable para vivir. Se necesitan corazones compasivos –‘compadecer = padecer con’– que se solidaricen con el débil y quieran ayudarlo a crecer.  

Corazones que se indignen ante la injusticia, que exijan reivindicación; corazones fuertes, de hombres y mujeres listos para enfrentar las adversidades y los embates que vienen de la demagogia y la falsedad.

FUERZA Y CORAZÓN nos llevarán a superar los obstáculos propios de toda campaña; una contienda de la envergadura de la que se está enfrentando solo puede ser exitosa si está provista de energía, estrategia, coordinación.  

Oídos prestos para los buenos consejos, oídos sordos para los oportunistas.  

Y todo esto, por MÉXICO.  No por un puesto, o por una curul.  No por fama o poder.  

Por servir, para servir.    

CECILIA ROMERO CASTILLO

COLABORADORA

@CECILIAROMEROC

MAAZ