COLUMNA INVITADA

Cuando el remedio es peor que la enfermedad

Al analizar comparativamente los cambios políticos en Argentina que comenzarán en este 2023 y que sucedieron en 2018 en México, se aprecia una tendencia hacia ideologías radicales y disruptivas

OPINIÓN

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José Lafontaine Hamui / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al analizar comparativamente los cambios políticos en Argentina que comenzarán en este 2023 y que sucedieron en 2018 en México, se aprecia una tendencia hacia ideologías radicales y disruptivas.

Esta inclinación refleja en Argentina y reflejó en México un profundo descontento con las élites políticas y las circunstancias económicas y sociales. En Argentina, la elección de una ruta aparentemente radical es un intento de solución, aunque paradójicamente puede ser más perjudicial que los problemas que busca resolver.

En México, este fenómeno ya se manifestó en 2018; y en 2024, la nación parece inclinarse nuevamente hacia opciones políticas que, en lugar de ser curativas, han exacerbado la enfermedad original y han creado variables nuevas como la ineptocracia.

El discurso presidencial en México ha creado en la población un efecto placebo, manteniendo a los más desprotegidos en una falsa creencia y en su mejor versión; en un  estado de aceptación y resignación de políticas que no solo fallan en sanar los males existentes, sino que de hecho, los agravan.

Mirando hacia las elecciones futuras, se observa una preferencia por seguir el curso actual con Claudia Sheinbaum, prefiriendo a esta candidata, en lugar de Xóchitl Gálvez que representa regresar a las políticas de sexenios anteriores. Esta situación refleja una disyuntiva política preocupante, ya que las opciones disponibles parecen insuficientes para enfrentar los desafíos actuales de nuestra nación.

El panorama político baja aún más de nivel y se ridiculiza con figuras como Samuel García, cuya presencia es más un elemento distractor que como una opción seria de liderazgo. Su candidatura, aún arriesgando su poder en Nuevo León, radica más en el temor a investigaciones por parte de la FGR, tanto para él como para su suegro, más que por una auténtica ambición de llegar a la Presidencia.

En un análisis comparativo del panorama político en Argentina (2023) y México (2018), se observa un movimiento sorprendente hacia ideologías radicales y disruptivas en el primero; y un estancamiento e indolencia ciudadana sobre las  políticas perjudiciales en el segundo.

En Argentina decidieron optar por el aparente remedio aunque fuera peor que la enfermedad. Nosotros en México lo hicimos en 2018  En 2024, parece que optaremos por más de ese remedio que nos enfermó aún más que la enfermedad original. Parece que optaremos por este lento suicidio político, social y económico al seguirlo bebiendo.

Hoy, como lo dije, veo un México que prefiere seguir tomando ese remedio que no solo no remedió, sino que se convirtió en una nueva y más dañina enfermedad con la opción de Claudia Sheinbaum, ante la negativa de regresar al medicamento genérico y mediocre de sexenios anteriores con Xóchitl Gálvez. Nuevamente la oferta política es precaria y de un nivel muy bajo.

Estamos por votar la continuidad del Estado fallido y la única defensa es una oposición vacía, mezquina, sin espíritu ni liderazgo. Debemos no juzgar a los argentinos en su decisión; para arrojar la piedra debemos estar libres de culpa, y aquí en México estamos sordos y afinamos pianos.

POR JOSÉ LAFONTAINE HAMUI

ABOGADO

EEZ