La llegada de internet en los años 90 revolucionó la forma en que las empresas operaban y se relacionaban con sus clientes. Ahora, estamos presenciando una nueva revolución con el machine learning y la algoritmia generativa. Estas tecnologías están transformando la forma en que las empresas recopilan, analizan y utilizan datos para tomar decisiones estratégicas. Adoptar AI-first implica reconocer que la Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático pueden ofrecer una ventaja competitiva significativa. No se trata sólo de herramientas como ChatGPT, sino de comprender cómo las tecnologías pueden optimizar procesos empresariales.
Las empresas que se convierten en AI-first pueden aprovechar el poder de los datos para obtener información valiosa sobre sus clientes y optimizar operaciones.
Sin embargo, adoptar una mentalidad AI-first presenta desafíos. Las empresas deben invertir en infraestructuras tecnológicas adecuadas, asegurarse de contar con profesionales capacitados en IA y garantizar la ética y transparencia en uso de datos. Además, deben estar dispuestas a evolucionar.
La adopción de AI-first es crucial en el mundo empresarial actual. Las firmas que se mantienen al tanto de las últimas tendencias en IA y aprendizaje automático tienen la oportunidad de transformar sus operaciones y obtener ventaja competitiva. Pero, esto requiere inversión en tecnología, talento y un enfoque estratégico.
Pero ¿Que es AI-first? En la era de transformación digital 2.0, las empresas se enfrentan al desafío de adaptarse a la influencia de la IA en los negocios. Pero, utilizar herramientas proporcionadas por las compañías (un tercero) para personalizar sus algoritmos puede no ser efectivo. Además de depender de la plataforma, hay preocupación de si esos algoritmos se han alimentado de nuestros datos para aumentar el poder de herramientas de la compañía.
Entonces, ser AI-first no significa seguir ciegamente el camino de los gigantes tecnológicos, sino comprender la importancia de convertirse en una compañía centrada en los datos. Esto implica generar información constantemente para alimentar nuestros propios algoritmos, que pueden ser poco confiables al principio, pero mejorarán con el tiempo. Para lograrlo, es esencial utilizar herramientas adecuadas.
La transformación hacia esta nueva etapa tecnológica no será fácil y muchos podrán resistirse al cambio. Sin embargo, debemos reconocer que se avecina una revolución económica impulsada por la IA y los datos. No se trata de que los algoritmos se vuelvan conscientes, sino de aprovechar las ventajas que ofrece esta tecnología para mejorar la eficiencia empresarial.
En resumen, el futuro de las empresas radica en convertirse en data-first y utilizar IA razonablemente. Implica generar datos constantemente, usar herramientas adecuadas y comunicar claramente las expectativas a los colaboradores. Aquellos que no se adapten a esta revolución económica podrían quedar rezagados frente a competidores más eficientes y tecnológicamente avanzados. Esto ya está pasando.
POR ARMANDO KASSIAN
@ARKASMI
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