Hace unos días tuve la oportunidad de asistir al VI Congreso Internacional de Derecho Mercantil en la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, y a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), eventos que materializan la idea de que el comercio nos une.
Por un lado, el Derecho Mercantil unificó a varios profesionistas, en apariencia antagónicos, pero en el fondo, compañeros de aventuras; partiendo desde los mercantilistas, frente a los civilistas, los Notarios, frente a los Corredores Públicos, los Litigantes, frente a los Árbitros, los Fiscalistas, frente a los Corporativistas, los abogados en general, frente a los Contadores Públicos, éstos, frente a los Financieros, los abogados senior, frente a los abogados junior, los abogados vanguardistas, frente a los abogados formalistas, los abogados bursátiles, frente a los abogados socio-ambientalistas, hasta los abogados del compliance, frente al abogado penalista; todos unidos en torno al Derecho Mercantil, en sus distintas facetas y puntos de conexión.
Por otro lado, la FIL unifica a varios participantes alrededor del Comercio Intelectual. Casas editoriales, ministros, académicos, políticos, jueces, religiosos, lectores, curiosos, soñadores, excéntricos, emprendedores, literatos, poetas, escritores, influencers, dibujantes, comerciantes, mangakas, votantes, familias, niños, adolescentes, adultos, entre otros muchos más, una magia y un sentipensar muy especial, que inspira y construye comunidad en la diversidad, tal y como bien es destacado en su eslogan: “Nos une la diversidad, nos une la FIL”; todos unidos en torno al Comercio Intelectual, más nunca salvaje; cada uno desde su trinchera, porque todo stand, es un universo en sí mismo.
Por lo tanto, el Derecho Mercantil y el Comercio Intelectual son factores de unión que hacen la fuerza, como el refrán “La unión hace la fuerza”. A propósito de ello, el Centro Virtual Cervantes señala que la idea clave del refrán es la -solidaridad-, y que es cuando se cuenta con la colaboración y solidaridad de muchas personas, ya sean fuertes o en apariencia débiles, a efecto de alcanzar el éxito, vencer rivales o salir airosos de una situación difícil; dicho de otra forma, es una red de redes de solidaridad unidas por el comercio.
Al final de cuentas, el comercio es una forma de realización, puesto que el trabajo dignifica y magnifica.
Es por eso que me parece maravilloso ser testigo de la fuerza de la unión, especialmente cuando se manifiesta, cuando se convierte en algo tangible, cuando se alinean los intereses a un fin común; hace que se renueve la esperanza, que se logren cosas imposibles de alcanzar, desde la individualidad.
Como mexicanos debemos crear más espacios de unión, para con uno mismo, para con los demás, en la casa, en la patria, a pesar de las diferencias, por encima de las diferencias, ante las diferencias e indiferencias, unidos, siempre unidos.
¡Estamos Unidos Mexicanos!
POR MIGUEL ÁNGEL MARMOLEJO
COLABORADOR
EEZ