COLUMNA INVITADA

La importancia del comercio exterior mexicano

Esta clasificación nos dirá qué requisitos debe cumplir esa mercancía y qué impuestos debe pagar

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El desconocimiento que la población en general tiene de la labor aduanera en nuestro país es enorme, no importa el nivel educativo, a la mayoría nunca les enseñaron lo básico de nuestra materia ni del comercio exterior. De acuerdo, tal vez antes no era importante saber nada de estos temas, pero hoy, cuando más del 80% del PIB nacional depende del comercio exterior, creo que deberíamos replantear algunos planes de estudio o comenzar a abordar estos temas en más foros públicos.

El comercio internacional suele ser complejo, pero es crucial que la sociedad, así como las empresas que importan o exportan bienes, comprendan los pasos más críticos del proceso: comencemos con el despacho aduanero, que es el procedimiento que se debe seguir para importar o exportar legalmente mercancías a través de las Aduanas Fronterizas, Marítimas y Aéreas.

¿Por qué es importante? Ahora lo veremos. La Ley Aduanera de nuestro país define el despacho aduanero como “el conjunto de actos y formalidades relativos a la entrada de mercancías al territorio nacional y a su salida del mismo, que de acuerdo con los diferentes tráficos (marítimo, terrestre, ferroviario, aéreo, fluvial y vía postal) y regímenes aduaneros (definitivos; temporales; depósito fiscal; tránsito de mercancías; elaboración; transformación o reparación en recinto fiscalizado; y recinto fiscalizado estratégico), deben realizar ante la aduana, las autoridades aduaneras y quienes introducen o extraen  mercancías del territorio nacional, ya sean los consignatarios,  destinatarios, propietarios, poseedores o tenedores en las importaciones y los remitentes en las exportaciones, así como los agentes aduanales o agencias aduanales, empleando el sistema electrónico aduanero”.

El propósito del despacho aduanero es garantizar que se paguen todos los derechos e impuestos de importación aplicables y que las mercancías cumplan con todas las regulaciones pertinentes para salvaguardar la salud pública, la seguridad y la protección al medio ambiente.

En términos generales las etapas del despacho aduanero son: la recepción de documentos o liberación de guías donde podremos ver los documentos que amparan la legal procedencia de la mercancía, qué tipo de mercancía es, la cantidad, la factura, etc.; el segundo es la revisión física de la mercancía. En frontera se hace en los almacenes de los agentes aduanales ubicados en Estados Unidos, antes de que la mercancía ingrese al país; y en marítimo y aéreo dentro de los almacenes fiscales, ahí se verifican las características físicas de la mercancía y se compara con la información declarada en la guía, que sea la mercancía que dice ser y en la cantidad registrada, para ser clasificada arancelariamente.

Esta clasificación nos dirá qué requisitos debe cumplir esa mercancía y qué impuestos debe pagar. (La clasificación esta compuesta por 8 caracteres numéricos más 2 caracteres adicionales que identifican de forma específica una mercancía y se identifican como Numero de Identificación Comercial “NICO”).

Después viene la elaboración del pedimento, que es “la declaración en documento electrónico, generada y transmitida respecto del cumplimiento de los ordenamientos que gravan y regulan la entrada o salida de mercancías del territorio nacional, en la que se contiene la información relativa a las mercancías, el tráfico y régimen aduanero al que se destinan, y los demás datos exigidos para cumplir con las formalidades de su entrada o salida del territorio nacional”.

Posteriormente viene el pago de contribuciones. Toda mercancía que entra o sale del país, está sujeta a tarifas según su clasificación arancelaria. La mayoría de las exportaciones no pagan nada porque lo que le conviene al país es que nuestros productores exporten sin trabas; no obstante, las importaciones sí deberán pagar y cumplir con diversas obligaciones.

Con el pedimento elaborado y pagado, las mercancías se presentan ante la aduana para activar el Mecanismo de Selección Automatizada (DESADUANAMIENTO LIBRE: significa que la mercancía pasa sin mayor contratiempo, si el resultado es RECONOCIMIENTO ADUANERO, la mercancía y sus documentos serán inspeccionados). Muchos embarques son revisados con métodos no intrusivos como los rayos gamma o los rayos X. Al terminar este proceso, la mercancía es liberada y es posible disponer de ella.

Esto consiste el despacho aduanero, a grandes rasgos y explicado de forma sencilla. Y en este proceso interviene una figura clave para el comercio internacional: el Agente Aduanal, que de conformidad con la Ley Aduanera (Art. 159), “es la Persona Física autorizada por el SAT mediante una Patente, para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías en los diferentes regímenes previstos en esta ley.”

El Agente Aduanal llevará a cabo la clasificación arancelaria, el cálculo de las contribuciones, la elaboración del pedimento, el asesoramiento de las empresas y la representación de los importadores y exportadores ante la aduana, a fin de llevar a cabo el despacho de sus mercancías, de tal forma que se puedan acreditar el pago de los impuestos y el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias. Logrando así que las mercancías se puedan importar o exportar de manera ágil, legal, económica y segura. Facilitando el comercio internacional para las empresas y siendo un coadyuvante de la autoridad aduanera para garantizar el cumplimiento de la ley.

POR JOSE IGNACIO ZARAGOZA A

EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR

@IGNAQUIZ

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