Los conflictos en Europa del Este, Medio Oriente y las fricciones en Asia están detonando incrementos significativos en los presupuestos de defensa alrededor de todo el mundo.
De acuerdo con datos de la compañía de inteligencia Janes, las 107 economías más grandes del planeta invierten, en promedio, 2.35 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en sus Fuerzas Armadas.
En 2023, México invirtió 0.44 por ciento, el promedio del sexenio es de 0.46, por lo que ocupa casi el último lugar (105/107).
Nuestro país no requiere comenzar a armarse para pelear una guerra extranjera. Lo que sus Fuerzas Armadas necesitan es contar con las capacidades mínimas para vigilar y, en su caso, defender espacios aéreos, terrestres y marítimos, tanto de actores estatales como subestatales, externos e internos.
El proyecto de presupuesto de egresos (PPEF) para 2024, plantea asignar a las Fuerzas Armadas 331 mil millones de pesos (MMDP), dividido 80/20 entre Sedena y Semar.
Bajo el PPEF, Sedena recibiría 259 MMDP y Semar 71 MMDP. En papel, y con una TDC de 17.2 pesos x dólar, esto sería un presupuesto "histórico" de más de 19 mil millones de dólares. México llegará a la tan añorada esperanza –militar– de 1 por ciento del PIB, por lo menos igual al promedio –también raquítico– latinoamericano.
El proyecto de propuesta incluye montos de inversión históricos de 127 MMDP para Sedena y 29 MMDP para Semar.
Sin embargo, revisando la letra pequeña, 124 MMDP etiquetados para Sedena son para financiar proyectos de infraestructura y empresas paraestatales de transporte masivo S.A. de C.V. como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Aerolínea del Estado Mexicano, Grupo Aeroportuario, Ferroviario Olmeca-Maya-Mexica, y Tren Maya. No hay un solo peso para la adquisición de equipamiento o tecnología militar.
Hay un proyecto en la FAM para la modernización de los tres aviones radar de vigilancia Embraer EMB-145. En Semar la situación es similar, 26 MMDP son para obra pública, principalmente para el Corredor Interoceánico de Tehuantepec.
Por lo tanto, el PPEF 2024 militar es 184 MMDP, 0.6% del PIB.
Si bien, México es un país con una política exterior neutral y pacifista (rondando en lo timorata), está muy lejos de ser una nación pacífica. Nuestro país es violento y violentado, con grandes carencias en seguridad y justicia.
El último bastión del Estado son las Fuerzas Armadas, encargadas ya de la seguridad ciudadana, pero estas políticas las está distrayendo, para convertirlas en entes comerciales, sociedades anónimas de capital variable, debilitándolas a sobremanera y poniendo el futuro de México en peligro.
Por lo tanto, la siguiente administración en el país deberá revertir e invertir en desarrollar las capacidades militares mínimas para que las Fuerzas Armadas puedan enfocarse en regresar esta vorágine de violencia, la seguridad interior y eventualmente, garantizar la defensa nacional.
POR IÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.
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