COLUMNA INVITADA

¿Por qué sí es genocidio?

Se han identificado rasgos en la retórica del gobierno israelí y su respuesta militar como signos inequívocos

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Con la entrada en vigor del Estatuto de Roma (1998), que especifica los actos que se consideran crímenes de lesa humanidad, y hasta antes de la creación de la Corte Penal Internacional (2002), el genocidio había sido el más grave crimen en el Derecho Internacional. 

La Convención Internacional sobre el Genocidio (1948), lo refiere como el asesinato o la imposición deliberada de condiciones de vida calculadas con la “intención de destruir”, en su totalidad o en parte, a un grupo objetivo, incluso por motivos étnicos o nacionales. 

En el Estatuto de Roma (artículo 7, inciso (h)), yuxtapone a la connotación del genocidio como un crimen de lesa humanidad, “la persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido, u otros motivos, universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado o crimen competencia de la Corte”.

En este contexto, la persecución a grupos que da origen al concepto de genocidio, es el eje dominante, en donde el ataque generalizado y sistemático contra una población civil resulta esencial, restando jerarquía a la “intención de destrucción total o parcial de un grupo”, es decir, lo que se prioriza es la “persecución a individuos que integran la población civil (grupo o colectividad) con identidad propia”. 

En la conflagración actual, debe valorarse que varios líderes israelíes han expresado claras intenciones genocidas y usado frases deshumanizadoras, caracterizando a los palestinos como “animales humanos”, además, el ejército israelí ha bombardeado áreas civiles e infraestructuras, utilizado armas químicas, y ha privado a los gazatíes de todo lo necesario para la vida humana: agua, alimentos, electricidad, combustible y medicinas. Esas declaraciones de intención, junto con los asesinatos masivos, más los graves daños físicos y mentales, y el asedio total, dan lugar a condiciones tendientes a la destrucción física del grupo, revelando entonces un genocidio en curso: Israel ha matado a casi 12 mil en Gaza, de los cuales, casi cinco mil son niños. Se documentó el uso de fósforo blanco y el Observatorio Euro Mediterráneo de Derechos Humanos informó que, Israel ha lanzado más de 25 mil toneladas de explosivos, lo que equivale a dos bombas nucleares. Los constantes bombardeos y el “sitio” de Gaza han provocado el colapso de toda la capacidad de atención médica. La OMS ha verificado 250 ataques a hospitales, ambulancias, trabajadores de la salud y pacientes en Gaza y Cisjordania. Más de 1.65 millones de personas han sido desplazadas.

Destacados académicos y expertos en genocidio y el Holocausto, como William Schabas, han identificado rasgos en la retórica del gobierno israelí y su respuesta militar como signos inequívocos de genocidio. 

Quizás esta política genocida nació en 1948 y ha continuado hasta hoy.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
SOCIO DIRECTOR DE LATORRE & ROJO, S.C.
@DIEGOLGPN

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