CUERPO Y ALMA

Damas y caballeros

Observemos la reciente discusión sobre paridad en las nueve candidaturas a gobierno estatal que se disputarán en 2024

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Érase una vez. Con esa introducción podríamos presentar cualquier historia femenina todavía en este 2023. Ya sabemos que anticipa una épica romántica donde, seguro, hay una linda princesa o una indefensa jovencita a la que algún héroe salvará. A veces, hasta de sí misma. Y siempre, a cambio incluso de aquello constitutivo de su identidad.

La protagonista de los cuentos de hadas está dispuesta hasta a perder la voz —¿será metáfora maliciosa o accidental lo de La Sirenita?— con tal de seguir ese impulso incontenible hacia su media naranja. Aclaro que no soy una grinch de Disney, sus películas me traen bonitos recuerdos de la infancia.

Pero fuera del reino de nunca jamás, en la vida real, el problema es que la narrativa que refuerza permanentemente la asimetría de poder entre mujeres y hombres hasta hacer a las primeras dependientes de ellos en todo espacio de interacción social se impone una y otra vez para explicar los logros de quienes rompen techos de cristal y sortean pisos pegajosos.

Observemos la reciente discusión sobre paridad en las nueve candidaturas a gobierno estatal que se disputarán en 2024. El acuerdo tuvo que llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque ante el INE fue impugnado por el partido Movimiento Ciudadano; la decisión, increíblemente, estuvo reñida. Al parecer, todavía necesitamos convencer públicamente sobre la importancia de saldar la deuda histórica para las mujeres en términos de participación política.

Luego vino la definición de Morena para sus precandidaturas en esas nueve entidades, siete de las cuales no tenían a una mujer ganadora de las encuestas, el método que este partido establece como punto de partida. El complemento es la regla de género, que busca a las mujeres más competitivas a nivel nacional; la primera de ellas fue Clara Brugada para la Ciudad de México, seguida de Alma Alcaraz en Guanajuato y Claudia Delgadillo, de Jalisco.

La oleada de comentarios sobre "la caballerosidad" de los aspirantes que “cedieron” su lugar a las designadas era incontenible en redes sociales, columnas de opinión y hasta algunas primeras planas. ¡Les agradecemos! Porque permiten apreciar nítidamente la urgencia de insistir sobre la paridad: las acciones afirmativas no son una expresión más de amor romántico. Visibilizar la capacidad de las damas independientes de caballeros y en meritocracia es hoy, todavía, de lo más revolucionario.

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA 
@MAELENAESPARZA

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