COLUMNA INVITADA

Apeirogon

Leo Apeirogon, la novela de Colum McCann para intentar encontrar algo de explicación o de humanidad mientras ocurre esta nueva atroz guerra entre Israel y Hamas

OPINIÓN

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Pedro Ángel Palou / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Leo Apeirogon, la novela de Colum McCann para intentar encontrar algo de explicación o de humanidad mientras ocurre esta nueva atroz guerra entre Israel y Hamas. La novela no es sólo una crónica de la improbable amistad de dos padres, uno palestino y otro israelí que han perdido a sus hijas, sino también una exploración de cómo el diálogo puede derribar barreras y cómo el dolor compartido puede ser una potente fuerza de cambio. La relación entre Rami y Bassam es un testimonio del poder transformador de la comprensión y la compasión, incluso en medio de un conflicto profundamente arraigado.

El libro de McCann sigue una estructura única que asciende a 500 fragmentos y luego desciende a 1. Como tal, la novela no tiene un final lineal convencional. En cambio, retrocede, enfatizando temas cíclicos de historia, dolor y reconciliación. Mil y un fragmentos como Las mil y una noches de Scherezade.

Hacia el final, a medida que los fragmentos disminuyen en número, la narrativa continúa entrelazando las historias personales de Rami y Bassam con temas geopolíticos e históricos más amplios. McCann entreteje detalles sobre el mundo natural, la tecnología y otros elementos aparentemente dispares, demostrando la interconexión de todas las cosas. El contenido real de los fragmentos finales gira en torno a Rami, Bassam y su continuo viaje. Persisten su defensa de la paz y la comprensión, los obstáculos que enfrentan y su compromiso inquebrantable con su causa de la paz y el doble estado. Cuando la narrativa llega a su fin, los dos padres siguen dedicados a su misión compartida de fomentar el diálogo y el entendimiento entre israelíes y palestinos.

La novela concluye de una manera que no ofrece una resolución clara al conflicto palestino-israelí (un reflejo de las complejidades del mundo real). En cambio, enfatiza el poder de las historias individuales y la posibilidad de cambio a través de la comprensión y la conexión. A través de la historia de Rami y Bassam, Apeirogon sugiere que incluso en medio de un conflicto profundamente arraigado, hay esperanza de paz cuando los individuos superan las divisiones.

Las muertes de Smadar y Abir, las hijas respectivas de estos hombres que se han hermanado por la tragedia  se presentan no aisladas sino como representativas del costo humano más amplio del conflicto palestino-israelí. A través de las historias personales de estas dos niñas y sus afligidos padres, McCann ofrece un comentario conmovedor sobre la pérdida de vidas sin sentido que resulta de conflictos geopolíticos de larga data.

Las muertes de sus hijas, Smadar y Abir, forman el punto inicial de conexión entre Rami y Bassam. Su dolor compartido se convierte en un puente que les permite mirar más allá de las divisiones sociales y ver al ser humano al otro lado. A medida que se conocen, llegan a comprender el dolor, las experiencias y las perspectivas del otro. El diálogo entre ellos está lleno de momentos de empatía, donde escuchan e intentan captar el sufrimiento y la narrativa del otro lado.

Sus tragedias personales los llevan a convertirse en defensores de la paz y la reconciliación. Se vuelven activos en organizaciones como el Círculo de Padres - Foro de Familias, que es un grupo de padres palestinos e israelíes en duelo que apoyan la paz, la reconciliación y la tolerancia. A través de sus discursos, charlas e interacciones, tanto dentro de sus comunidades como a nivel internacional, difunden un mensaje de esperanza y comprensión. Tanto Rami como Bassam enfrentan críticas de sus respectivas comunidades por su percepción de "fraternizar con el enemigo". Sin embargo, su compromiso con su causa, impulsado por sus pérdidas personales, los mantiene perseverantes.

Sus diálogos e interacciones sirven como un microcosmos del conflicto palestino-israelí más amplio. A través de sus historias y conversaciones personales, McCann arroja luz sobre las dimensiones históricas, políticas y sociales del conflicto. Así, al terminar de nuevo la novela pienso que lo más trágico siempre de una guerra no es lo general, la visión macro, sino las miles de vidas perdidas, las miles de familias destruidas, las miles de tragedias como las de Rami y Bassam. Termino, además, con un gran desconsuelo, pues hoy estamos aún más lejos de una resolución del conflicto. El ataque de Hamas y la brutal respuesta de Netanyahu forman ya parte de la historia universal de la infamia de la que hablaba Borges.

POR PEDRO ÁNGEL PALOU

COLABORADOR

@PEDROPALOU

MAAZ