CAMPUS

Subsidiariedad

La estrategia para poder competir con el oficialismo es que el Frente contienda como un monolito

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Además de la CDMX, la oposición puede ganar hasta seis gubernaturas en los comicios del próximo año. Los votantes convertirán la boleta en un juicio retrospectivo sobre la actual administración. Es decir, premiarán o castigarán gestiones según como les ha ido en la feria.

Los comicios del próximo año —al igual que el resto— serán plebiscitarios y los votantes seguramente juzgarán la gestión del actual Presidente a lo largo de tres clivajes principales: la seguridad, la generación de empleos y la corrupción (en la CDMX será el transporte público). La clase media de los centros urbanos también tomará en cuenta la degradación institucional que ha provocado la nomenclatura obradorista.

Morena y aliados gobiernan 23 entidades del país y a más de 50 por ciento de la población. No es descabellado pensar que 24 gobernador@s (si es que contamos a NL) operen a favor de la continuidad obradorista en 2024. Es decir, los gobernadores salientes son pivotales en las elecciones locales como se pudo observar en el Estado de México, donde Alfredo del Mazo terminó su gestión con “cuarentas bajos” de aprobación, por ejemplo.

El desempeño del gobernador saliente o “incumbent” es determinante. Los  estados que ha conservado la oposición tienen en común que sus gobernadores gozan de buenos niveles de aprobación. En consecuencia, la oposición puede conservar Guanajuato y Yucatán, así como ganar Veracruz y Puebla.

Aunque parezca contraintuitivo (por resultados electorales en comicios recientes o por la aprobación presidencial) no ha ocurrido una verdadera realineación electoral; y si sumamos los votos que los partidos de oposición recibieron en 2018 y suponemos que no hay votantes desencantados con el oficialismo en Guanajuato, Puebla, Veracruz y Yucatán el Frente Amplio obtendría un mayor porcentaje de votos que el partido en el poder.

Aunado a esto, los gobernadores emanados del Morena están muy mal evaluados: todos cuentan —de acuerdo con el portal Polls.com— con evaluaciones de su desempeño menores a 50%. En Puebla, el gobernador tiene 38% de aprobación y Cuitláhuac en Veracruz obtiene un 35%. La aprobación la determina, es decir, está correlacionada con el trabajo que el electorado percibe que se ha hecho en materia de seguridad y con la generación de empleos.

La prevalencia delictiva en CDMX (la mas alta del país) es de 37%. En Puebla es de 31%. En contraste, en Guanajuato es de 23% y en Yucatán es de 24%. Vila, por cierto, es el gobernador mejor evaluado a nivel nacional.

No hay que inventar el “hilo negro”: la estrategia para poder competir con el oficialismo es que el Frente contienda en “tándem” como un monolito y no como una agrupación de partidos disímbolos; y que aglutine a la sociedad civil organizada y las clases medias con una narrativa alrededor de la seguridad, el orden y la generación de empleos.

No es sexy, pero el candidato o coalición que adopte la seguridad y generación de empleos como bandera tendrá oportunidad de derrocar al oficialismo en 24. La campaña es de las mujeres y habrá que erradicar cualquier rasgo populista.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY 

CONSULTOR

@AECHEGARAY1

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