DESDE AFUERA

México y el mundo

En política exterior la presencia quiere decir mucho, en especial la de los jefes de Estado y de gobierno. Y en ese sentido, AMLO perdió influencia

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La asistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) es un desarrollo bienvenido, aunque quizá tardío para la política exterior mexicana.

López Obrador se encuentra en el último año de su gobierno y durante todo ese tiempo no salió más que media docena de veces: a Estados Unidos en cuatro ocasiones, incluso, una para hablar ante Naciones Unidas, una gira por países de Centroamérica y el Caribe, y una a Colombia y Chile.

El Presidente de México se abstuvo de asistir a reuniones como el G-20 (Grupo de los 20), que agrupa a las 20 mayores economías del mundo; a una Cumbre de las Américas (como protesta por la no-inclusión de Cuba y Venezuela); al encuentro entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea, a la Alianza del Pacífico, la Cumbre Iberoamericana y Asambleas Generales de la ONU.

Cierto. México estuvo representado por titulares de Secretarías como Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard hasta julio de este año y, desde entonces, Alicia Bárcena, de Economía –Graciela Márquez Colin y Tatiana Clouthier, mientras duraron–, y en una ocasión (APEC 2022) simplemente por el embajador en Tailandia, Bernardo Córdoba Tello.

En otras palabras, la agenda exterior de México pareció relegada a un segundo plano.

Pero en política internacional la presencia quiere decir mucho, especialmente la de los jefes de Estado y de gobierno. Y en ese sentido AMLO –y por tanto México– perdieron imagen e influencia.

Puede decirse que la política exterior de nuestro país no tiene hoy por hoy un impacto equivalente al que le corresponde, por su tamaño en población y economía. 

Es por eso que la presencia de AMLO en San Francisco es bienvenida, aunque fiel a su estilo, mucho sea por cuestiones de interés mexicano a tratar en reuniones bilaterales.

Eso es parte del juego. La reunión de la APEC incluye esta vez a más de una docena de jefes de Estado y de gobierno, pero se reúne a la sombra de las relaciones entre Estados Unidos y China, las dos mayores potencias económicas mundiales y protagonistas de una nueva versión de "Guerra Fría".

De hecho, uno de sus "acuerdos" tiene importancia para México: el de limitar en China la exportación de precursores para la fabricación de fentanilo que, según las autoridades estadounidense, se realiza en México y provoca decenas de miles de muertes en EU.

De acuerdo con un anuncio de la canciller Bárcena, López Obrador esperaba reunirse de forma bilateral, entre otros, con los presidentes  Biden y Xi Jinping, de China; los primeros ministros de Japón, Fumio Kishida, y de Canadá, Justin Trudeau, así como el presidente de Corea el Sur, Yoon Suk-yeol.

Los encuentros anunciados son por sí solos importantes, especialmente por su relación con México y en cierta forma como testimonio tanto de lo que pudiera haber sido como de las que podrían considerarse como oportunidades perdidas.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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