A regañadientes, el sector duro de Morena y Claudia Sheinbaum iniciaron una operación cicatriz, tras la imposición de Clara Brugada como candidata al Gobierno de la Ciudad de México.
Obligados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sobre todo por la necesidad de retener el gobierno de la capital y el control del Congreso local, así como por mantener las alcaldías que dominan y recuperar las que están en manos de la oposición, los bandos en disputa hicieron una tregua.
No fue fácil lograr que se reunieran, sobre todo cuando la virtual candidata presidencial de Morena quedó lastimada por bajar de la contienda por la capital, a la mala, a su candidato Omar García Harfuch.
Pero como en la 4T les han impuesto aquello de que “primero el encargo, luego el cargo”, hicieron todos de tripas corazón y sostuvieron un primer encuentro, el miércoles por la noche, para restañar heridas y trabajar en pro de la ciudad.
Asistieron las y los líderes de las “nuevas” tribus del morenismo; los dirigentes del partido nacional y local, Mario Delgado y Sebastián Ramírez; Clara Brugada y los ex aspirantes al gobierno citadino, Omar García Harfuch, Hugo López-Gatell y Mariana Boy.
También acudieron diputados locales y federales, así como alcaldes en activo y algunos de los aspirantes a diversos cargos de elección.
Sentadas todas y todos en la mesa, con caras largas algunos, acordaron, en primera instancia, crear un solo equipo para diseñar una estrategia que les permita ganar la capital del país el próximo año.
Formarán parte de este nuevo dream team representantes de Brugada, de Mario Delgado, del comité directivo local y de alcaldes entrantes y salientes.
La primera encomienda fue mapear las 16 alcaldías y los distritos locales y federales, para ver en dónde tienen que concentrar sus esfuerzos.
Pusieron como objetivos prioritarios recuperar las alcaldías Cuauhtémoc, Tlalpan, Coyoacán y Azcapotzalco. Y dar la madre de todas las batallas en dos bastiones panistas: Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
Para eso, buscarán echarse a la bolsa a los inconformes o distanciados del frente opositor, como Giovani Gutiérrez, alcalde de Coyoacán, a quien miran más cerca de los morenistas que de los aliancistas.
Harán todo lo que esté a su alcance para recuperar espacios en la CDMX, por encima, incluso, del enojo que provocó en Sheinbaum el desplazamiento de Harfuch.
Y es que para los duros de Morena no hay duda de que la virtual candidata presidencial tiene un peso político muy fuerte, está molesta por lo que ocurrió en el proceso local, pero para evitar represalias lo mejor es cerrar filas, cauterizar las heridas y sumarse todos por una misma causa.
Tan es así, que en las últimas horas vimos mensajes y fotografías de unión inundando las redes sociales.
Lo que sigue es acordar y afinar también las listas de candidatas y candidatos a las alcaldías y los congresos local y federal.
Y los que no alcancen, tendrán un espacio en el gabinete local y federal. Para todos, acordaron, habrá recompensa.
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EN GUATEMALA, el presidente electo Bernardo Arévalo y su Movimiento Semilla enfrenta una embestida de la oposición, pero va derecho y no se quita, porque su compromiso, me dicen desde aquella nación centroamericana, es encabezar una transición hacia lo que han denominado el gobierno del diálogo, cuya misión es impulsar beneficios sociales para liberar al país de la corrupción.
A pesar de que un grupo minoritario de opositores está asaltando a las instituciones democráticas, a través del Ministerio de Justicia, Arévalo sigue ganando más simpatía y apoyo del pueblo guatemalteco para consolidar su toma de protesta el próximo 14 de enero.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La operación cicatriz es como un buen chiste: todos ríen, pero algunos aún recuerdan el golpe inicial”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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