COLUMNA INVITADA

Lapsus

La candidata del Frente, Xóchitl Gálvez, tuvo un lapsus la semana pasada, cuando en su visita al estado de Chiapas y frente a los medios de comunicación declaró; que ella nunca invitaría a trabajar en su gobierno a malos priistas como Alito

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La candidata del Frente, Xóchitl Gálvez, tuvo un lapsus la semana pasada, cuando en su visita al estado de Chiapas y frente a los medios de comunicación declaró; que ella nunca invitaría a trabajar en su gobierno a malos priistas como Alito. Después de reconocer su error, la senadora no escatimó en halagos hacia el dirigente priísta, a quien, entre otras cosas, lo llamó un hombre valiente. Por su parte, Alejandro Moreno tomó las cosas con serenidad y minimizó el incidente.

Este mal entendido, seria uno más de los muchos resbalones que se comenten en campaña, y quedaría en el anecdotario de la política mexicana, si no fuera por las complejas relaciones que implica una alianza como la del Frente por México. Xóchitl Gálvez es la virtual candidata presidencial de 3 partidos políticos totalmente opuestos en su ideología, que incluso, hasta hace no mucho tiempo, eran acérrimos rivales en las contiendas electorales.

Las desconfianzas naturales, que ya de por sí son evidentes, pueden exacerbarse, incluso, con el más mínimo desliz, por eso, la pequeña operación cicatriz, ante el lapsus de la candidata, mereció elogios mutuos y abrazos fraternos. Una alianza como esta, que pende sobre los hilos de la mera conveniencia electoral, es muy susceptible de sufrir fisuras si no se cuidan al máximo las formas, lo que la candidata, también hay que decirlo, ha procurado en cada una de sus intervenciones y declaraciones.

La alianza le proporciona a sus integrantes dividendos, pero también desventajas, entre las cosas que pueden potenciar la candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez, las más importantes son las estructuras territoriales de cada partido y el porcentaje de voto duro proyectado para la elección. Sin duda, ante una maquinaria electoral como la de Morena, que está haciendo uso de todo el poder del estado para ganar la contienda, contar con estos dos elementos puede hacer la diferencia.

En cambio, la candidata tendrá que cargar también, con el desprestigio acumulado de cada unos de los integrantes de la alianza, en este aspecto el PRI lleva la delantera, según todas las encuestas, es el partido político con el mayor porcentaje de rechazo en todo el país. Además, también tendrá que lidiar con la mala fama pública de algunos de sus integrantes, que dicho sea de paso, parecen ser los más interesados en mantenerse cerca sin importar las consecuencias. 

Las 3 dirigencias partidistas tienen la imperiosa necesidad de vincularse de forma estrecha con la candidata, es un asunto de supervivencia que les aportará una mayor cantidad de votos para su causa. Hasta el momento, nadie puede afirmar que Xóchitl Gálvez le resta a los integrantes de alianza, por el contrario, su nominación vino a dar una luz de esperanza a una oposición que antes de empezar formalmente las campañas, ya se sentía derrotada.

Cada vez serán más evidentes los esfuerzos de los 3 partidos por hacer suya la candidatura presidencial de la alianza, están obligados a intentarlo para no desdibujarse en el camino, las valoraciones sobre si esto le conviene a la candidata, para ellos es lo menos importante.

Con lo acontecido la semana pasada, los más agradecidos son los propios priistas, la candidata le facilitó el trabajo a su dirigencia. De aquí en adelante, está obligada a cuidar al máximo sus lapsus, pues cada vez que le sucedan, también podrían generarle nuevos compromisos.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

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