CAMPUS

Redención

Los académicos de las principales universidades han defendido estos ataques terroristas como una forma de lucha anticolonial

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Por fin pude dejar un chat de exalumnos del ITAM. Los disparates que allí se vierten de manera cotidiana sólo me habían obligado a archivarlo y olvidarlo. Al revisarlo en fechas recientes encontré con asombro que los rabiosos defensores del régimen también lo eran de Hamás. Una de las participantes iniciaba y cerraba la jornada con una vehemente condena “al Estado genocida de Israel”. ¿De dónde proviene esta estupidez? ¿El obradorismo comparte ethos con los grupos del extremismo islámico? ¿Por qué la izquierda ha hecho esquina con el terrorismo islamista? ¿Cuál es la causa de este velado antisemitismo mexicano?

El obradorato tiene claros rasgos xenófobos y el presidente en las mañaneras ha tenido desplantes antisemitas pero no es un fenómeno puramente local o regional; el apoyo velado al radicalismo islámico vía grupos como Hamás y Hezbollah se ha dado alrededor del orbe.  En un rally pro Hamás en Canadá (el país Woke por excelencia) un grupo de participantes levanta con orgullo una pancarta en la que se lee: “el sionismo es supremacía blanca”.

En algunas de las universidades de mayor prestigio en el mundo como Princeton, Stanford y Columbia -que históricamente ha educado a los liberales estadounidenses y a la diáspora judía, y que ha sido semillero de políticos que han engrosado las filas del partido demócrata- hubo manifestaciones claras a favor de grupos terroristas que ahora gobiernan la franja de Gaza. En la Universidad de Harvard, fue necesaria la presión de ex alumnos liderados por el ex presidente Larry Summers, para incitar a su sucesora a tomar medidas en las que condenara de manera enérgica las manifestaciones antisemitas en los campi universitarios.

Los miembros del ala socialista del partido Demócrata como Alexandria Ocasio-Cortez han alentado a su electorado a asistir a manifestaciones que enarbolan las acciones terroristas de Hamás. 

Los académicos de las principales universidades han defendido estos ataques terroristas como una forma de lucha anticolonial.  “Los colonos no son civiles”, esgrimió un famoso profe de Yale. El capítulo de Chicago del movimiento Black Lives Matter quiso inmortalizar a los terroristas que asesinaron a decenas de personas en un rave en el sur de Israel, en un logo que combinaba una imagen de un parapente con la leyenda: “Estoy con Palestina”. ¿Pero cómo llegamos a aquí?

El antisemitismo y xenofobia que está incrustado en muchos mexicanos ha sido exacerbado por el Movimiento de Regeneración y su líder que ha ventilado claramente en las mañaneras su animadversión hacía miembros destacados de la comunidad judía. Pero la razón principal se le puede adjudicar al triunfo de la política identitaria como prisma para entender la realidad. En las últimas décadas, un nuevo corpus de ideas sobre el papel que la identidad desempeña (y debería) desempeñar en el mundo ha desplazando al conjunto de aspiraciones universales como es el de la libertad.

Esta nueva ideología insiste en descifrar la existencia a través de categorías identitarias étnicas, de clase y color de piel. En la política analizada a la luz del  poder entre diferentes grupos identitarios los que ganan son los que tiene una mayor capacidad para victimizarse. La progresía mexicana lo ha simplificado en un conflicto entre Whitexicans y oprimidos. En la actual coyuntura los árabes palestinos tienen una mayor calidad como víctimas que los judíos israelíes que, en esta visión del mundo, se han convertido en los nuevos opresores.

Esto nos ha llevado a que cualquier movimiento militante que enarbole una bandera anticolonial, sin importar la brutalidad con la que opere, se considera digno de elogio. También le da a los revolucionarios de chat elementos para alejarse del establishment, permitiéndoles proseguir con su esfuerzo emancipador desde la comodidad del hogar.

CITA: Los miembros del ala socialista del partido Demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez, han alentado a su electorado a asistir a manifestaciones que enarbolan las acciones terroristas de Hamás.  

POR ALEJANDRO ECHEGARAY 

CONSULTOR

@AECHEGARAY1

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