Después de la indolencia exhibida esta semana en el debate parlamentario de la Cámara de Diputados de parte de los grupos legislativos afines a AMLO, es válido plantear lo siguiente: ¿qué representa Morena en el ejercicio del poder público a nivel federal?
Lamentablemente es un gobierno autoritario que controla el presupuesto federal de forma caprichosa e insensible, porque en el poder legislativo cuenta con unas bancadas oficialistas que han confirmado en toda oportunidad su obediencia acrítica, misma que es aceptada aunque sacrifiquen grandes porciones de dignidad.
Morena representa una tragedia política para el país por múltiples razones. Un gobierno autoritario que controla el presupuesto sin resistencia legislativa, debilita los mecanismos de separación de poderes, esenciales para prevenir abusos y corrupción. La decisiones unilaterales presupuestarias que son avaladas por los votos de sus partidarios, no reflejan los intereses y necesidades de la sociedad en su conjunto.
Al momento en que usted esté leyendo esta colaboración, en Acapulco y zonas aledañas, el hambre y la sed continúan, aunado al dolor que viven los habitantes por la pérdida de su patrimonio y fuentes de empleo. Pero la magnitud de la tragedia provocada por los vientos huracanados y aguas torrenciales de Otis, no les bastó a los diputados federales de la 4T para reorientar el presupuesto federal para conceder una bolsa justa y proporcional para reconstruir Guerrero.
El periodista Fareed Zakaria, en su libro "El futuro de la libertad", destaca que los gobiernos autoritarios socavan gradualmente las instituciones democráticas. Cuando un poder ejecutivo tiene control absoluto sobre el presupuesto, puede socavar la independencia del poder judicial, limitar la libertad de prensa y restringir la capacidad de la sociedad civil para ejercer contrapesos efectivos. Esto debilita la calidad de la democracia y aumenta la probabilidad de abusos de poder. Resulta estrujante que lo descrito por el nacido en Bombay, puede configurarse en los afanes avasallantes que practica sin rubor nuestro presidente de la república y sus fanáticos incrustados en los poderes públicos de todos los órdenes de gobierno.
En mis intervenciones en el debate parlamentario, expresé mi solidaridad con Guerrero, pero también insistí que la ausencia de recursos para apoyar damnificados es un golpe para todos, por ejemplo mis paisanos de Agua Dulce, Veracruz en donde hay 3 mil familias damnificadas que están en el desamparo.
Por eso es esencial que la ciudadanía ejerza su poder a través de sus votos para evitar la continuidad de un partido político insensible ante las tragedias, como las causadas por un huracán devastador. La participación cívica y el voto son herramientas cruciales para restaurar el equilibrio de poder y preservar la integridad de las instituciones democráticas, protegiendo así los intereses y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Por eso hay que votar, para botar a los autoritarios.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
DIPUTADA FEDERAL
@lorenapignon_
MAAZ