COLUMNA INVITADA

Restituir el Fonden: Necesidad impostergable

En la madrugada del miércoles 25 de octubre, se presentó en las costas del estado de Guerrero

OPINIÓN

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Jorge Romero Herrera / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la madrugada del miércoles 25 de octubre, se presentó en las costas del estado de Guerrero, el Huracán Otis, con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, que mide la velocidad de los vientos. Como hemos visto en redes sociales, este fenómeno provocó pérdida de vidas humanas, una importante devastación en infraestructura y bienes, generando impedimento de circulación vehicular por deslaves e inundaciones en accesos de carreteras y vialidades en Acapulco y otros municipios tanto de la Costa Chica como de la Costa Grande.  

Derivado de lo dañina que ha resultado la política de este gobierno en la atención de los desastres naturales, los diputados del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional hemos señalado enérgicamente la necesidad de activar mecanismos de gestión y apoyo a la gente tanto en la prevención, como en solventar gastos inherentes al impacto de un desastre como fue el Huracán Otis. 

Debemos cobrar conciencia que como consecuencia del cambio climático, se espera que este tipo de catástrofes ocurran con mayor frecuencia. Es por ello la inminente necesidad de fortalecer los aspectos relativos a la prevención de las situaciones de riesgo, a fin de estar mejor preparados para impactos que seguramente vendrán en el futuro. De igual manera es urgente que se abandone la política energética de este gobierno que propone la continuidad en la utilización de energías de fuentes fósiles, que son tan procuradas por el titular del Ejecutivo Federal y su equipo.   

Respecto del denominado FONDEN es menester recordar que fue creado en 1996, y hasta 2021 contó con las características de un fideicomiso. Lo anterior implicaba una restricción a su uso para otro fin que no fuera la atención a una declaratoria de emergencia. La disponibilidad de los recursos estaba garantizada, y por tanto las capacidades de acción posteriores a un desastre natural de manera ágil y coordinada. 

A diferencia del ejercicio del gasto que se realiza actualmente, el FONDEN contaba con reglas de operación y un proceso claro, para un acceso institucionalizado, efectivo e inmediato a partir de que una entidad o municipio se declaraba en estado de emergencia, o se emitía una declaratoria de desastre. Eran las propias autoridades locales quienes decidían el destino del gasto, contribuyendo al federalismo y a la descentralización, así como a la correcta aplicación de los recursos en donde el gobierno local, consciente de las necesidades sabía cómo y en qué aplicar los recursos. Cuestión que hoy vemos no sucede en el caso de Acapulco y municipios aledaños.  

De manera inopinada, el titular del ejecutivo ordenó a la Secretaría de Hacienda desaparecer el fideicomiso. Con lo anterior, se eliminaron los controles y la correcta aplicación de los recursos para casos de emergencia.  

Actualmente, los recursos del FONDEN se encuentran centralizados, y se transfieren directamente a los ejecutores del gasto, como la Secretaría de la Defensa Nacional o a las entidades federativas, de manera discrecional y sin que medie una política de protección civil coherente y coordinada.  

Lo anterior genera varios vicios de procedimiento, tales como la demora en la respuesta a los desastres naturales, así como ineficiencia en la distribución de los fondos, o simplemente falta de voluntad política o de suficiencia presupuestal para aplicarlos. Esto sin dejar de mencionar el muy socorrido uso faccioso, clientelar y electoral por parte del gobierno federal, el Partido Morena y sus operadores, como se advierte en la tragedia por la que atraviesa la población de Guerrero.  

Estos vicios han sido previamente denunciados por Acción Nacional. Se ha hecho énfasis en la demora en la respuesta a los desastres naturales, así como se ha advertido la ineficiencia en la distribución de los fondos. Sin embargo el oficialismo ha decidido persistir en la ruta del debilitamiento institucional para la atención de cientos de miles de familias damnificadas en los desastres recientes y en los que están por venir.  

Por lo que, en el marco de las tragedias por la que atraviesan los hermanos estados de Guerrero, Sinaloa y Baja California Sur, reiteramos la importancia de estructurar de manera adecuada estos fondos, y hacemos un llamado para atender de forma INMEDIATA las necesidades de la población como son: medicamentos, alimentos, agua, ropa y otros insumos necesarios para atender a las personas afectadas; así como para reconstruir viviendas y reparar infraestructura dañada. 

Nosotros seguiremos impulsando el fortalecimiento del FOPREDEN, Fondo para la Prevención de Desastres, a efecto de optimizar la gestión de riesgos, que como se ha visto en el caso de Otis, es inexistente.  

Como una acción concreta, las y los diputados, hemos establecido un centro de acopio en la Cámara de Diputados para apoyar a las y los damnificados de estos desastres naturales. Hoy Acapulco y su población, que tanto nos han dado a las familias mexicanas, cuenta con nosotros. 

POR JORGE ROMERO HERRERA

Coordinador del GPPAN y presidente de la Jucopo. 

@JorgeRoHe 

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