COLUMNA INVITADA

¿Síndrome de Estocolmo es lo que nos está sucediendo a los mexicanos?

Esta referencia viene a colación para poder entender un poco lo que nos ha venido sucediendo a los mexicanos con nuestro Sistema Politico Electoral

OPINIÓN

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Martha Gutiérrez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando algunas personas rehenes o víctimas de abuso desarrollan una conexión psicológica y crean vínculos con sus captores o abusadores a lo largo de un lapso de tiempo constante abuso o cautiverio, se dice que padecen del Síndrome de Estocolmo. Donde los rehenes o las víctimas pueden llegar a simpatizar con su o sus captores. Contrario al miedo, terror y menosprecio que se podría esperar de las víctimas de situaciones traumáticas. Con el paso del tiempo, éstas llegan a desarrollar sentimientos positivos hacia sus captores u opresores. Incluso, a sentirse resentidos con cualquiera que esté intentando ayudarles a escapar de la peligrosa situación en la que se encuentran. Muchos psicólogos y profesionales médicos consideran que el síndrome de Estocolmo es más bien un mecanismo de supervivencia, o una manera que ayuda a las víctimas a manejar el trauma en una situación aterradora e indeseable.

Esta referencia viene a colación para poder entender un poco lo que nos ha venido sucediendo a los mexicanos con nuestro Sistema Politico Electoral.

En los procesos políticos juegan las autoridades electorales, juegan los partidos políticos y sus dueños (en el caso del PAN y el PRI sus gerentes temporales), juegan los candidatos que seleccionan según su conveniencia y por separado la burocracia partidista. Del otro lado juegan 100 millones de rehenes llamados ciudadanos, que son la mayoría, y que todos utilizan para legitimar sus decisiones. Por si fuera poco, en otro extremo tenemos a un individuo que dice hablar en nombre de todos, porque hay que tomar en cuenta al pueblo, y que el pueblo es ¡ni mas ni menos que él! Porque en el 2018 obtuvo 30 millones de votos y porque según él tiene un 70% de aceptación, a pesar de traer hecho un desastre al país entero en el rubro que se nos ocurra.

Todo lo anterior lo que nos dibuja es un caos político. ¿Y por que?

Pues porque las llamadas autoridades electorales vienen aplicando una ley que no solo quedo rebasada, sino que además esta totalmente destruída. Además, porque esa ley se construyó para atender de manera pusilánime por parte del régimen las demandas de Andrés Manuel López Obrador, y ahora que él llegó al poder, resulta que esas normas que tanto demando, pues ya no sirven para nada, y un día si y el otro también se las salta y las viola impunemente. Y lo hace de esta manera porque las Leyes Electorales son absolutamente anacrónicas. Urge cambiarlas en el 2025, porque no podemos ir con esto mismo a la elección del 2027.

Porque toda la construcción del marco jurídico electoral se hizo para amarrarle las manos al PRI, porque la norma estaba encaminada a prohibir todo lo que el PRI en ese momento podía hacer. Por otra parte, como el PRI tuvo durante mucho tiempo un sentimiento de culpa, entonces fue concediendo cosas a la oposición, a tal grado que el régimen priísta, por ejemplo: se asumió culpable del movimiento del ‘68. Desde entonces han acusado al régimen priísta y al Ejército durante ese régimen de represor.

Ahora el Presidente de la República como se considera un Mesías purificador, dice que no, que el Ejército es leal, y que de ninguna manera es represor, porque representa al pueblo, y que al Ejército lo mandan los civiles. Tajante afirma que el Ejército no es culpable de nada. ¡Órale! Pues si durante décadas Andrés Manuel López Obrador, cuando no era el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas estuvo afirmando en todos los tonos que el Ejército Mexicano era un represor. Resulta particularmente curioso que durante todo el tiempo que fue oposición cuestionó al régimen en turno porque hacia lo que ahora, él esta haciendo.

Cuestionaba enérgicamente la compraba el voto y el asistencialismo. Entonces díganme ustedes ¿si los programas asistenciales no son electoreros? Por supuesto que lo son.

Estarán de acuerdo conmigo en que el marco jurídico electoral desde el manejo de los tiempos, las regulaciones, la propaganda, hasta la fiscalización financiera, ha quedado completamente destrozado. Por eso Andrés Manuel hasta se burla de la autoridad del INE con las “posdatas” de las mañaneras. El Presidente de la República hace una descarada propaganda todos los días con recursos públicos para apoyar a Morena y la 4T. Si esto lo hubiera hecho en su momento el PRI, Andrés Manuel López Obrador hubiera exigido que lo sancionaran, sus criticas hubiesen sido muy fuertes desde el PRD, o desde donde anduviera. Además hubiera promovido e impulsado una nueva regulación adicional para prohibir eso y poner una doble camisa de fuerza al PRI, además de la cancelación de sus registros. Lo peor de todo es que se lo hubieran concedido.

Los partidos políticos que construyeron el actual marco regulatorio con el único objetivo de frenar al PRI para atender las demandas de Andrés Manuel López Obrador con tal de llevar la fiesta en paz y quedar bien con él, terminaron también en el fondo del abismo y lo peor de todo, no representando a nadie. Cumplieron con el marco legal pero en el camino se fueron descomponiendo y se fueron vaciando. Al final los Órganos electorales para regular traen dinero pero no regulan. Los Partidos políticos traen dinero y no cumplen las funciones básicas de conocimiento, entendimiento y conducción de la sociedad, porque únicamente sirven a los intereses personales de sus elites y de sus dirigentes, y sus burocracias están en los partidos sin conducirlos para representar a la sociedad y estudiarla. Digámoslo claro, están para ver con que se quedan, porque todos funcionan solo para la repartición del poder.

Mientras tanto del otro lado de la cancha habemos 100 millones de tontos. Ciudadanos que hipotéticamente somos convidados a la fiesta, pero única y exclusivamente como asistentes de piedra. No podemos hablar, no podemos opinar nada de nada. Porque en este juego el único papel que se nos da es: que vayamos cada tres años a las urnas, nos formemos en una casilla, crucemos un nombre en una boleta. Los partidos políticos nos van a decir se organizan, como se acomodan, si van juntos o van por separados, en el marco de la ley que existe y ademas van a poner los nombres que ellos quieran.

-Oigan pero esos nombres de donde los sacaron .
-Es asunto que compete únicamente a los partidos, porque esa es nuestra facultad.
-Pero esos o esas que pusiste saben de lo que se trata representarme.
-No, pero eso no es lo importante. Yo los pongo y yo los avalo.
-Y luego….
-Esta es la democracia representativa.
-Pero ¿y yo ciudadano que papel juego?
-Ninguno, tu no juegas en esto. El ciudadano solo debe cruzar la boleta, y ya con eso. Así es la democracia.
-Entonces ¿para que le sirve esa democracia al ciudadano?
-Es que no se trata de que le sirva al ciudadano. Se trata de que el ciudadano solamente nos legitime el acceso al poder.

Desafortunadamente, ese es hoy el juego del poder y la politica. Y eso se pudo hacer a lo largo del tiempo, y se tuvo que hacer de acuerdo con la historia política del mundo porque no había manera de tener información individualizada de los ciudadanos. Porque no se contaba con los instrumentos tecnológicos que actualmente tenemos.

Hoy los ciudadanos están empoderados, tienen instrumentos de comunicación en tiempo real que utilizan para todo, menos para la política. La pregunta es ¿por que no los usan para la política? Porque ni las autoridades electorales han definido los conceptos a través de los cuales pueden participar, ni los partidos políticos tienen una propuesta donde involucrarlos, ni los cuadros políticos tienen conocimiento del mundo digital de hoy y de los cambios que están en proceso de gestación y los individuos que tienen el poder no saben usarlo.

Andrés Manuel López Obrador para lo que necesita a los ciudadanos es para legitimar su poder a través de la 4T, y de esta manera seguir haciendo lo que le venga en gana, a nombre de todos. Porque no consulta a nadie, aunque diga que sí, miente.

Pero como los 100 millones de ciudadanos estamos inermes, sin instrumentos, sin vehículos de consideración, pues estamos amolados. Y nos tenemos que tragar todas las mentiras y simulaciones del sistema político. Por eso es que el sistema político esta en crisis, porque esta construido sobre la base de simulaciones.

Tenemos una autoridad que regula el proceso basado en un marco jurídico obsoleto que ya no es vigente porque la sociedad ya no esta en la democracia representativa, sino en la democracia participativa en tiempo real, y las autoridades electorales no han tenido la visión para entenderlo. Que está aplicando una ley que se hizo mañosamente para mantener tranquilo a López Obrador, porque después de la elección del 2006 donde dijo que hubo fraude, le cambiaron todo para que se quedara en paz. Después del 2012 lo volvieron a cambiar a modo del señor. Para que en el 2018, cuando llegó al poder pateara las leyes y las mandara al diablo argumentando que eso no sirve, que limita la libertad de expresión, que no le permite hacer lo que le viene en gana y todo el rollo que nos recita todos los días. Pero si es la ley que se hizo para él, que en su momento las autoridades partidistas la aceptaron para mantener legitimados a Felipe Calderón en el 2006 y a Enrique Peña en 2012.

Los partidos políticos están todavía peor, porque tampoco entienden el cambio de la sociedad y la demanda de esta de ser considerada. Porque hoy cuenta con los instrumentos para hacerse presente en todas las decisiones y acciones de la actividad publica, no solo en la elección. Porque la vida pública nos interesa a todos, porque de eso depende nuestro presente y nuestro futuro. En la seguridad en la salud, en la educación, en la economía, etc., Los partidos políticos no han tenido, hasta hoy la capacidad para ver que el mundo cambió. Entonces insisten en seguir repitiendo el mismo modelo de cuando el PRI era fuerza única. Por eso les es cómodo aceptar a Morena como tal, porque es la 4a etapa de ese PRI viejo, jerárquico y excluyente.

Se requieren entidades de la sociedad que trasciendan los limitados márgenes que establece hoy el marco juridico electoral. Necesitamos ampliar la visión para entender que no todo lo que tiene que ver con la participación de la sociedad es electoral. Porque lo electoral llega hasta el día de la elección y después de esa fecha todos, órganos electorales, partidos políticos, dirigentes partidistas, todos se hacen tontos mientras el ciudadano queda a la deriva. Porque además no hay en el sistema político actual mecanismos de control, y entonces se vale, porque no hay manera de limitar el que por ejemplo AMLO nos haya vendido que iba a hacer un gobierno participativo, incluyente, y terminó por ejercer un gobierno totalmente excluyente y autoritario, donde se hace lo que a él se le pega la gana.

Como podemos observar el sujeto mas valioso del proceso político, esta marginado. Por eso el Sistema de Partidos está en crisis. Para corregir el rumbo hay que poner al ciudadano en el centro del sistema. Pero para eso es necesario cambiar el marco jurídico en el 2025, hay que modificar los organismos electorales, desde otra visión, no solo la electorera. Para eso hay que cambiar a los partidos políticos, para que en el centro coloquen los intereses de la ciudadanía, en lugar de los intereses de los dueños y gerentes de los partidos. Para eso hay que regular la manera en que seleccionan a los candidatos obligándolos a llevar a cabo elecciones primarias, y hay que modificar también el esquema de organización de gobierno para regular ahora los gobiernos de coalición. De esta manera evitar que los dirigentes de los partidos como jugadores en la cantina sienten en la mesa a repartirse el botín como resultado de los votos obtenidos por cada uno.

La política del siglo XXI ya no solo es con legislación electoral, organismos electorales, partidos políticos y candidatos. La política del siglo XXI incluye forzosamente una ciudadanía empoderada, participativa, que hay que formar y capacitar. Porque los activistas que integran actualmente el Frente Amplio por México solo tuvieron capacidad para seleccionar una candidata, y en lo demás se quedaron cortos no saben que hacer, porque tampoco están preparados .

Hacia adelante el reto es mayúsculo. Veamos si pueden surgir nuevos líderes, o si lo que se tiene que hacer es repensar todo de cara al siglo XXI para constituir nuevas instituciones orientadas a respaldar el desarrollo político de los ciudadanos, modificar el marco jurídico, transformar el sistema de partidos, los gobiernos, las instituciones reguladoras y construir los programas participativos de la sociedad aprovechando las nuevas capacidades que les da la era digital.

..Es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ

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