MALOS MODOS

García Harfuch y la izquierda

En el movimiento, donde, cómo no, hay puristas, sestán peliando. La culpa es de Omar García Harfuch

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el movimiento, donde, cómo no, hay puristas, sestán peliando. La culpa es de Omar García Harfuch, que es guapo, hijo de famosa, güero, bien vestido y policía, y por lo tanto un candidato inaceptable para la Ciudad de México. Como que anda corto de huipiles, lecturas de Galeano y militancia. Vamos, que no es de izquierda.

Así que en el movimiento, al menos en una parte, o sea eso: la de izquierdas, están que les da un tramafat. Que está bien que candidateen al jefe Omar, dicen con ironía dolida, pero que lo haga la derecha. Que qué onda con las decisiones de Claudia (en el movimiento hay mucha tendencia a tutearse). Que el legado glorioso de la Cuarta Transformación en su sentido original, o sea del Segundo Presidente Más Popular del Mundo y Primera Espada del Nuevo Socialismo, está en entredicho.

Bueno, el doctor Patán viene a darles un poco de tranquilidad. No hay motivos para exaltarse y ponerse a citar el Corán progre por, al menos, dos razones.

La primera es que no hay legado de la izquierda que custodiar. Cosa de ponerse a leer. La izquierda, compañeres, dejó el siglo XX bañado en sangre. Todo el siglo pasado es una consecución no de fracasos, aunque también, sino de horrores de la izquierda, porque esa es su naturaleza. Va de nuevo la lista, y mis disculpas por las omisiones.

La cosa empezó con la dictadura implacable de Lenin, que puso los primeros campos de concentración; siguió con las Purgas, la hambruna y el Gulag: Stalin; llegó a números récord con las decenas de muertos del maoísmo y la Revolución Cultural; y se radicalizó con los campos de la muerte en Camboya, con escala en Corea del Norte.

Claro, con las aportaciones guapachosas: la homofobia institucionalizada del castrismo, con los tiros de gracia del Che, un sociópata con coartada ideológica; la represión chavista, orquestada justamente por Cuba; y por supuesto la aberración cristiano-Stasi-cleptomaniaca en que terminó el sandinismo, que en sus raíces, en cambio, sí que tenía gente de bien en sus filas, esa gente hoy perseguida.

Así que no hay lado correcto de la izquierda, ni certificados intrínsecos de superioridad moral para la progresía. Bueno, salvo que hablemos de otra izquierda, la de centro, la socialdemócrata, pero sospecho que no es en eso en lo que andan ustedes, compañeres.

La segunda razón para no exaltarse es que tampoco hay un legado de pureza obradorista que custodiar, camaradas. El morenismo que ustedes ven tan amenazado empezó con una gran marcha obradorista que siempre incluyó al licenciado Bartlett, que sumó rápidamente a Napito, y que no le hace ascos ni a la ultraderecha cristiana, ni al Verde, ni a Ovalle, ni a Espino. Por decir.

Así que nada nuevo, camaradas. No hay motivos para rasgarse las vestiduras, por esa razón tan relajante de no tener nada que perder.

POR: JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ