COLUMNA INVITADA

México, factor de diálogo para la paz

La solución de la crisis planetaria debe ser integral, porque no existe justicia multilateral sin desarrollo

OPINIÓN

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Benjamín Robles Montoya / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Si hay algo que nos enorgullece a las y los mexicanos es nuestro historial de acciones humanitarias como nación; sin duda uno de los ejemplos más emblemáticos fue el asilo a una muy nutrida cantidad de exiliados españoles que huyeron de la Guerra Civil y encontraron en México un nuevo hogar en el que pudieron hacer su vida.

Hoy se viven contextos difíciles en el plano internacional; claramente el más mediático –que no el único- es el conflicto entre Rusia y Ucrania.

El gobierno mexicano ha sido neutral a pesar de las presiones internas e internacionales para pronunciarse en contra de Rusia. No obstante, el presidente López Obrador ha sido firme en enaltecer el principio de no intervención y propugnar por una salida diplomática que ponga fin al sufrimiento humano. Esa es y ha sido la principal preocupación del gobierno mexicano, el sufrimiento humano.

En su momento, el presidente López Obrador envió a la ONU una propuesta para la integración de un comité de diálogo y paz con la idea de decretar un cese de hostilidades y el inicio de un proceso de diálogo entre las naciones en conflicto. La propuesta contempla una tregua de cuando menos cinco años entre todas las naciones del mundo, con el compromiso de evitar enfrentamientos y de no intervenir en conflictos internos. Se trata, ni más ni menos, de que las naciones tengan disposición de dialogar, sin hostilidades, sin medidas punitivas, sin sanciones que profundicen el encono. Así de fácil, pero también así de difícil.

Haciendo eco de la visión humanista del gobierno del Presidente López Obrador, la presencia de legisladoras y legisladores mexicanos en la Conferencia Parlamentaria Internacional “Rusia y América Latina: cooperación por un mundo justo para todos” que se realizó en Moscú, tuvo como objetivo ratificar la disposición de México de ser factor de diálogo, no de encono; de tender puentes y generar lazos humanitarios entre las naciones y los pueblos.

Maliciosamente hay quienes pretenden hacerlo ver como un respaldo a Rusia y un rechazo a Ucrania. Nada más alejado de la verdad; la presencia de las y los parlamentarios mexicanos fue para aportar propuestas para la construcción de la paz.

En octubre y noviembre del año pasado, un grupo de legisladores y ex legisladores de México, América Latina y el Caribe, así como funcionarios y organizaciones internacionales realizamos una serie de seminarios dirigidos a advertir el peligro de una confrontación nuclear entre los Estados Unidos, Rusia y la OTAN. Durante mi participación hice un llamado para la urgente movilización de los parlamentarios del mundo a favor de la paz y propuse que una delegación conformada por parlamentarios representativos de todos y en todos los continentes, visitara al mayor número de mandatarios para conminarlos a evitar una confrontación bélica entre potencias nucleares.

Sin embargo, esta propuesta es apenas un pequeño paso; la solución de la crisis planetaria tiene que ser integral porque no existe paz ni justicia multilateral sin desarrollo y sin crecimiento económico. Se requiere una nueva arquitectura económica, comercial y financiera capaz de reemplazar los mecanismos oficiales de especulación que han hecho crecer la pobreza, la marginación, la desigualdad, el racismo, la migración, el narcotráfico, el lavado de dinero ilícito, entre otros problemas.

México debe ser factor de diálogo y propuestas para la paz.

POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA 
COLABORADOR

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