El pasado jueves 26 de octubre se llevó a cabo en México la primera edición del Foro América Libre, convocado por más de 30 organizaciones de todo el mundo preocupadas por la situación política de nuestra región, en la cual la izquierda populista ha tomado una considerable fuerza en los últimos años, condenando a los países que la padecen a la miseria y al autoritarismo.
Como bien dijo la presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), Mariana Gómez del Campo, América es un continente fascinante, que tiene historia, cultura, una extensa y generosa geografía y, lo más importante, una población que ha sido crisol de múltiples civilizaciones. No es posible que tengamos que resignarnos a ser el continente de las inmensas oportunidades eternamente desaprovechadas.
Hoy varios países en América Latina están sometidos al yugo del socialismo bolivariano, como es el caso de Cuba, Venezuela, Nicaragua o Bolivia, o del estatismo anquilosado y fracasado, como es el caso de Argentina, Colombia o México. De ahí la necesidad de que existan espacios de coordinación entre quienes defienden ideas como el respeto a la dignidad humana, la democracia, la economía social de mercado, la libre iniciativa ciudadana o el desarrollo sustentable. Ideas que han hecho grandes a las naciones que las han seguido.
En este Foro participaron varios expresidentes, como Andrés Pastrana, de Colombia; Vicente Fox, de México; Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; o Jorge “Tuto” Quiroga, de Bolivia. Vía remota se unieron varios más, como el mexicano Felipe Calderón, el argentino Mauricio Macri, el español José María Aznar o el ecuatoriano Jamil Mahuad. También estuvo presente Xóchitl Gálvez, compartiendo su visión de la política exterior.
Quizá el momento más emotivo fue cuando se entregó el Premio a los Derechos Humanos, en ausencia, al Obispo de Matagalpa, Nicaragua, Monseñor Rolando Álvarez, quien cumple una condena de 26 años de cárcel por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
Como bien mencionó Rosa María Payá, dirigente democrática cubana e hija de Oswaldo Payá, asesinado por la tiranía de los Castro, la izquierda ha sido muy hábil en crear mitos y símbolos. Sólo así se explica, por ejemplo, que un asesino serial como el “Ché” Guevara haya sido considerado por muchos como un romántico guerrillero que buscaba liberar a los oprimidos. De ahí la importancia de pensar en nuevas narrativas que apelen no solamente a la razón sino también al corazón.
Ese es uno de los propósitos del nuevo Foro América Libre, el cual pretende ser un espacio de reflexión y acción permanente y organizada. Su nacimiento supone una esperanza para todos los que queremos un futuro en libertad, desarrollo y prosperidad.
POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL
POLITÓLOGO
@FERDOVAL
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