EN LOS MARES DE LA EDUCACIÓN

Sin sorpresas

Lo que sí sorprende, y preocupa, es que sigamos sin estrategia de reforzamiento para subsanar las deficiencias

OPINIÓN

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Antonio Argüelles / En los Mares de la Educación / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

No sorprende, pero aun así preocupa, y preocupa todavía más precisamente porque no sorprende. Hace unos días, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) presentó los resultados de la Evaluación diagnóstica del aprendizaje de las y los alumnos de educación básica 2022- 2023. Este instrumento, desarrollado a principios del ciclo escolar pasado evalúa los aprendizajes de los alumnos de segundo a sexto de primaria y de primero a tercero de secundaria en Lectura, Matemáticas y Formación Cívica y Ética.

En Lectura se evaluaron cuatro componentes: localizar y extraer información; integrar información y realizar referencias; analizar la estructura de los textos, y fluidez lectora. En ningún grado, en ninguno de los cuatro componentes, se alcanzó 50 % de aciertos, salvo en segundo de primaria (61.9 %). En cuarto y quinto de primaria más de la mitad de los estudiantes tuvo menos de 40 % de aciertos y únicamente 12 % superó el 60 %.

La evaluación de Matemáticas, por su parte, se compuso de tres secciones: número, álgebra y variación; forma, espacio y medida, y análisis de datos. En ningún grado se alcanzó el 60 % de aciertos. En los tres grados de secundaria, ni siquiera se alcanzó el 40 %. En quinto de primaria, tres de cada cuatro estudiantes tuvieron menos de 40 % de aciertos y únicamente 4.3 % (!) superó el 60 %.

“Los contenidos evaluados —precisa el reporte de Mejoredu— corresponden al grado anterior que cursaron las y los estudiantes”. Esto quiere decir que, en los ocho grados evaluados, hay una proporción significativa de alumnos que pasaron de grado sin dominar ciertos aprendizajes fundamentales que ya deberían tener. Estas carencias, a su vez, son un impedimento importante para que adquieran aprendizajes más complejos de grados posteriores.

Decía al principio que los resultados no sorprenden: la evaluación sólo confirma lo que quienes estamos involucrados en el ámbito educativo ya sospechábamos. Además, confirma que, para las generaciones que sufrieron el cierre de escuelas, el simple hecho de regresar a clases no fue suficiente para revertir las deficiencias que ya existían y que el confinamiento exacerbó.

Lo que sí sorprende, y preocupa, es que, aun con estos datos, sigamos sin una estrategia de reforzamiento para subsanar las deficiencias. Sólo nos podemos imaginar las consecuencias sociales y económicas de que al menos nueve generaciones de estudiantes egresen de la Educación Básica con carencias educativas en lectoescritura y matemáticas. No podemos correr ese riesgo.

POR ANTONIO ARGÜELLES

COLABORADOR

@MEXICANO_ACTIVO

PAL