COLUMNA INVITADA

Igualdad de Género: Motor de Crecimiento Económico

La baja participación laboral de las mexicanas es consecuencia directa de nuestro sistema social

OPINIÓN

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María José Sada / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

A pesar de los avances que hemos tenido en materia de inclusión, la participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo un desafío para México, limitando nuestro potencial económico. Los resultados del Índice Global de Brecha de Género 2023, publicado por el Foro Económico Mundial, son alarmantes. México se encuentra en la posición 110 de 146 en la categoría de participación y oportunidad económica de la mujer. 

México tiene su peor desempeño en la tasa de participación laboral de la mujer, posicionándose en el lugar 125 de 146. Mientras que 75.7% de los hombres participan en el mercado laboral, sólo 43.6% de las mujeres lo hacen. 

La baja participación laboral de las mujeres mexicanas es consecuencia directa de nuestro sistema social. En México, las mujeres siguen tomando un rol principal en el hogar, siendo responsables de labores domésticas que les impiden entrar al mercado laboral o escalar en sus carreras profesionales. Evidentemente, ¿cómo podrá una mujer trabajar cuando en promedio, las mujeres mexicanas dedican 40 horas semanales a tareas del hogar no remuneradas, casi las mismas horas que requiere un trabajo de tiempo completo?

Romper con estructuras que nos han sostenido por décadas y que están tan arraigadas en nuestra cultura es complicado. Sin embargo, México tiene todo por ganar al reducir la brecha económica de género. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la inclusión de 8.2 millones de mujeres al mercado laboral incrementaría el PIB de nuestro país en 15% para 2030 con respecto a 2020. Así mismo, se estima que reducir la brecha laboral de género representaría un incremento de 22% al ingreso per cápita. 

Más allá de los beneficios económicos, incorporar a las mujeres en la fuerza laboral traería efectos dominó positivos en materia de salud y educación. Esto se debe a que las mujeres invierten 90% de sus sueldos en sus familias, mientras que los hombres sólo destinan 30%. 

El reto de México consiste en darle más impulso laboral a la mujer, no sólo porque es importante incrementar la igualdad, pero también porque nos permitiría alcanzar un mayor potencial económico.

Requerimos de esfuerzos públicos y privados para: 1) Romper nuestras creencias sobre los roles de género con el objetivo de dividir equitativamente las responsabilidades del hogar, 2) Fomentar lugares de trabajo flexibles y con prestaciones que permitan a la mujer integrarse a la fuerza laboral, y 3) Ofrecer servicios públicos que le den libertad de tiempo a la mujer para poder dedicarse al trabajo remunerado.

Reducir la brecha económica de género no es sólo cuestión de derechos humanos, sino que es clave para impulsar el crecimiento económico, la salud, y la educación de nuestro país. Es momento de darle la atención que se merece.

POR MARÍA JOSÉ SADA

LICENCIADA EN CIENCIAS POLÍTICAS POR HARVARD COLLEGE

@MARIA_SADA

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