COLUMNA INVITADA

El fentanilo, la adecuación entre el conocimiento y el objeto

Durante la "mañanera", AMLO dijo que: "debido a la época electoral en Estados Unidos, los partidos y candidatos hacen propaganda vil y corriente".

OPINIÓN

·
José Lafontaine Hamui / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La verdad, según la tradición clásica y en el sentido convencional que se le atribuye en el discurso cotidiano, es "la adecuación entre el entendimiento y la cosa". Emanuel Kant dice coincidentemente que la definición de verdad es la adecuación entre el conocimiento y su objeto. ¿Cuándo se perdió esta noción anterior? ¿Cuándo comenzamos a creerle más a las palabras mentirosas de un líder que a la evidencia y a esa adecuación entre el conocimiento y el objeto? El Presidente López Obrador, con su tradicional retórica, minimizó el asunto y llamó ridículos a los congresistas estadounidenses después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos frenara la ayuda a México con el argumento de que el Gobierno federal no combate el fentanilo. Durante la "mañanera", AMLO dijo que: "debido a la época electoral en Estados Unidos, los partidos y candidatos hacen propaganda vil y corriente".

Veamos la adecuación del conocimiento y el objeto en relación a las muertes derivadas del uso inapropiado de fentanilo. La proporción de muertes por sobredosis de fentanilo combinado con estimulantes en Estados Unidos aumentó más de 50 veces entre 2010 y 2021, pasando del 0,6 % de los fallecimientos al 32,3 %. Así lo indica una investigación publicada este jueves en la revista Addiction.

Los fallecimientos por esta mezcla durante la llamada "cuarta ola" de la crisis por sobredosis de opioides saltaron en ese periodo de 235 a 34,429.

La Universidad UCLA, después de sus investigaciones, señaló que el uso de fentanilo con estimulantes "se está convirtiendo rápidamente en la fuerza dominante de la crisis de sobredosis en Estados Unidos". "El fentanilo ha inaugurado una crisis por sobredosis de polisustancias, lo que significa que la gente mezcla fentanilo con otras drogas, como los estimulantes, pero también otras incontables sustancias sintéticas", dijo Friedman, investigador de esa universidad.

López Obrador los llama ridículos. ¿A quién defiende? ¿Por qué la cerrazón a enfrentar el problema? Como todo lo que dice y hace, es una incógnita, pero siempre con gran sospecha y tufo a hedor político y acuerdos inconfesables.

El gobierno de Estados Unidos ya ha confirmado la visita para este próximo jueves, 5 de octubre, enviando una delegación de alto nivel a México. Durante esta visita, se abordará la cuestión del combate al tráfico de fentanilo y la impunidad en casos de crímenes de alto impacto en el país. Quiero creer que, en un acto de congruencia, el presidente de México les pedirá que abandonen su oficina por considerar sus acciones como ridículas, comenzando por el Secretario de Estado Blinken, el Fiscal General Garland y el Secretario de Seguridad Interna Mayorkas.

También debemos reconocer la falta de determinación del gobierno vecino, que siempre emite discursos prometedores pero carece de acción y sustancia. Cada día se asemeja más a un concurso de Miss Universo con sus deseos de paz mundial que a un país con una verdadera voluntad de poner fin a un problema. Echemos un vistazo al discurso de ese gobierno que incluso se ha comparado con el Imperio Romano: "Continuaremos explorando formas de cooperación en los esfuerzos de aplicación de la ley, el intercambio de información, la participación del sector privado y la capacitación para combatir la amenaza de las drogas sintéticas y el desvío de precursores químicos utilizados en la producción de drogas sintéticas". ¡Bravo! Con este mensaje, ¿se resolvió ya el problema? México tiene un presidente obcecado, incapaz de pensar con claridad debido a sus emociones, y un gobierno que solo se preocupa por el discurso en lugar de los hechos y el trabajo, abusando de la diplomacia que, como todo el mundo sabe, solo utilizan cuando no les interesa mucho resolver el asunto.

No debería sorprendernos mucho la respuesta del presidente de México, así como manejó las cifras de muertos por COVID-19. Mientras 150 personas mueren al día por sobredosis relacionadas con opioides y, en especial, fentanilo, nuestro presidente dice con tranquilidad: "No hay que tomarlo en serio. Van a seguir con lo mismo y cada vez más atrevidos. Van a llegar a plantear que van a bombardear a México o cosas por el estilo. Es de risa. Son muy ridículos. En política, y es un consejo respetuoso, lo que no se debe hacer es el ridículo".

La Cámara baja de Estados Unidos aprobó el jueves frenar más de 60 millones de dólares en proyectos de ayuda en México, en represalia por lo que los republicanos consideran una falta de voluntad por parte del Gobierno de AMLO para combatir el fentanilo. El presidente se envuelve en la bandera nacional y dice: "México no le está pidiendo nada a EU. Y hacen todo un escándalo porque no nos van a dar 50 millones de dólares. Nosotros no les estamos pidiendo nada, es pura politiquería".

La acusación de falta de voluntad por parte del gobierno de AMLO para combatir el tráfico de fentanilo es un tema delicado y merece atención. La crisis de opioides, alimentada en parte por el fentanilo, es un problema grave en Estados Unidos. Sin embargo, la respuesta del presidente de México al desestimar los fondos plantea interrogantes sobre su enfoque hacia la cooperación internacional en asuntos críticos de seguridad y salud pública. En lugar de abordar las preocupaciones de manera constructiva, su declaración minimiza la importancia de la colaboración entre ambos países en la lucha contra el tráfico de drogas y la crisis de opioides. AMLO, como siempre, refleja el sesgo cognitivo entre el conocimiento y el objeto, este sesgo cognitivo es lo que se conoce como "la verdad".

POR JOSÉ LAFONTAINE HAMUI
ABOGADO

EEZ