EL SARTÉN POR EL MANGO

¿Dónde quedó el dinero del FONDEN?

En 1996, el Gobierno de la República creó el Fondo de Desastres Naturales FONDEN, como un mecanismo para ejecutar acciones y aplicar recursos para mitigar los efectos de fenómenos naturales devastadores

OPINIÓN

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Paz Fernández Cueto / El sartén por el mango / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En 1996, el Gobierno de la República creó el Fondo de Desastres Naturales FONDEN, como un mecanismo para ejecutar acciones y aplicar recursos para mitigar los efectos de fenómenos naturales devastadores. El FONDEN atendía en lo inmediato a damnificados y posteriormente servía para la reconstrucción. 

Cuando en 2020 fueron eliminados 109 fideicomisos –entre ellos el FONDEN— con la aprobación de la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión, nunca imaginaron tener que tomarse una cucharada de su propio chocolate —preparada por la misma naturaleza— ante el paso del huracán OTIS que ha dejado devastadas las costas de Guerrero, de mayoría morenista.  Simplemente no midieron las consecuencias de haber dejado desprotegida a la población ante los desastres naturales que suceden en cualquier lugar del planeta y que requieren atención humanitaria inmediata. 

Hace apenas un mes, Xóchitl Gálvez presentó en el Senado una iniciativa «en materia de protección civil y respuesta ante desastres», proponiendo como una opción viable «el constituir un órgano autónomo, como un mecanismo independiente de los vaivenes políticos, para coordinar las acciones preventivas y ante la ocurrencia de desastres naturales». Esta, con el propósito de blindar un fondo de protección ante desastres naturales que no pudiera ser manipulado por el gobierno en turno, ni utilizado para otros fines —llámese tren maya, compra de votos, refinería o aeropuerto—, como sucedió con el FONDEN.  

La exposición de motivos de esta iniciativa señala que en nuestro país, como en cualquier otra región del planeta, «los desastres naturales provocan la pérdida de vidas y causan daños físicos a la infraestructura y a los bienes, así como otras afectaciones negativas a los diversos sectores de la sociedad, incidiendo sobre todo en la población con mayores carencias y vulnerabilidad».  Curiosamente—a manera de premonición— la iniciativa fue presentada por Xóchitl a solo un mes de que el paso del huracán OTIS arrasara las costas de Guerrero golpeando duramente a Acapulco. La región enfrenta una crisis humanitaria inimaginable, ahora sin los recursos del FONDEN. 

No me refiero a la infraestructura turística, principal fuente de ingresos en el país, misma que quedó devastada al paso del huracán. Me refiero al 90% de las viviendas de las colonias populares reducidas a escombros, al número incalculable de heridos y desaparecidos, a los miles que se han quedado sin empleo al perder sus fuentes de trabajo. Morena canceló los recursos federales destinados a aminorar la tragedia, ahora les toca reaccionar a ver si es cierto que “primero los pobres”. ¿Dónde quedó el dinero del FONDEN? ¿A dónde fueron a parar esos recursos que pertenecían al pueblo?, recursos que le fueron robados precisamente a los más pobres, a los que ahora están desprotegidos sin techo, sin alimento, sin vestido, sin medicinas, sin trabajo. 

Al presentar esta iniciativa en el Senado el pasado, 19 de septiembre —como si presintiera la tragedia— Xóchitl hace un llamado de atención al gobierno de López Obrador por la irresponsabilidad de haber eliminado el FONDEN. La prudencia es cualidad imprescindible del buen gobernante. Esta, como su nombre lo indica, consiste en la capacidad de prever, es decir, de ver más allá, de mirar más adelante, de medir las consecuencias de los propios actos y el resultado de la toma de decisiones. El buen gobernante no es el que decide sin reflexión, movido por la inmediatez de sus deseos, caprichos u ocurrencias, como hemos visto que sucede con las decisiones que ha tomado el presidente y su gobierno. 

Desaparecer algo por señalamientos políticos para sustituirlo por algo nuevo, no ha traído mejores resultados para la gente, señala Xóchitl en su iniciativa, como sucedió al desaparecer el Seguro Popular dejando sin atención a 50 millones de personas que no cuentan con seguridad social para la atención médica y fueron abandonados a su propia suerte. La iniciativa presentada por Xóchitl «en materia de protección civil y respuesta ante desastres» es muy vasta y completa: «Para la respuesta inmediata ante emergencias por desastre, se prevé la existencia de un Fondo permanente de respuesta ante desastres suficientemente financiado, para que el órgano garante pueda emprender las acciones necesarias inmediatas ante un evento de desastre».

Si se logra implementar este Fondo por el próximo gobierno encabezado por Xóchitl, otro gallo nos va a cantar en medio de las tragedias.

POR PAZ FERNÁNDEZ CUETO
ESCRITORA, ART DEALER, AMA DE CASA Y MAMÁ
PAZ@FERNANDEZCUETO.COM

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