El Presidente cree que le está hablando a simpatizantes de la 4T, que se rigen de su palabra; pero se dirige a un sector de trabajadores, en su mayoría abogados, que son regidos por la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y que no permitirán alguna violación a sus derechos laborales.
La SCJN ha sido el vecino incómodo de Palacio Nacional, los ministros desde hace algunos meses son el blanco principal del Presidente pues en ellos encontró al enemigo perfecto y villano que necesita para la historia que quiere contar de un gobierno en constante combate con las desigualdades. Los ministros vistos como lejanos, cuadrados y frívolos, son atacados y repudiados por un pueblo que desafortunadamente no sabe las funciones e importancia del Poder Judicial.
La aprobación para la desaparición de 13 de los 14 fideicomisos del PJF han puesto a los más de 50 mil trabajadores en alerta, quienes desde hace algunos días están en paro nacional, se manifiestan en 25 estados de la República y en las puertas de las Cámaras de Diputados y Senadores.
El problema principal parece ser como siempre la desinformación. Desde la mañanera el Presidente todos los días ataca y demerita al PJF, sin argumentar desde la legalidad el porqué de la desaparición de estos fideicomisos; muy a su estilo habla solo de sueldos y anécdotas incomprobables. Por su parte la Corte, en este caso la Ministra Presidenta Norma Piña, responde de manera puntual y jurídica, pero que muy pocos entienden, reforzando esa imagen lejana y apática de la que el Presidente saca provecho.
Como a toda manifestación incómoda para su criterio, López Obrador demerita el número de asistentes y alega que es de un grupo conservador liderado en este caso por la Corte.
Se le olvida al Presidente que aquí le está hablando a un sector estudiado, que antes de salir a las calles y tomar partido, como cualquier otro asunto, leyeron y estudiaron a fondo de que se trata la desaparición de estos fideicomisos, cosa que desde las Cámaras no aceptaron hacer Morena y sus aliados.
Se le olvida que le habla a personas aspiracionales con carrera judicial, donde sus sueldos y prestaciones se verán afectadas significativamente, donde el discurso de austeridad no tendrá éxito.
Se le olvida que le habla a hombres y mujeres responsables con la institución y con un alto nivel de compromiso que defienden la importancia de la división de los tres poderes, que no vive de programas sociales, pues tienen una cultura del esfuerzo diferente y sus jornadas laborales llegan hasta las 18 horas seguidas.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, subestima al sector con el que se metió; la misma ministra en retiro, hoy senadora de la 4T Olga Sánchez Cordero, voto en contra y desde el Senado habló en favor de los trabajadores del PJF pues serán los únicos afectados.
Si López Obrador desea que la extinción de los fideicomisos sea una realidad tendrá que cambiar la estrategia, reforzar el discurso y escuchar a los líderes sindicales, además aceptar que por las irregularidades en el proceso de votación al estilo fast track los amparos no se harán esperar como lo han anunciado grupos de la oposición.
POR LAURA PUENTE
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