Hemos criticado hasta el hartazgo el reglamento de la Liga MX varonil, dado que la mayoría de adecuaciones incentiva la mediocridad y poca competitividad, aunque los de pantalón largo nos quieran vender lo contrario. Hemos visto cómo la asistencia a los estadios va cada vez a la baja en el circuito masculino, salvo los del norte, cuya mercadotecnia y pasión es cosa aparte, y digno de cualquier estudio de masas.
Antes, 12 escuadrones podían luchar por el título, ahora, para taparle el ojo al macho, decidieron que fueran 10, sin quitar la medianía que se circunscribe a la liga, o quizá un poquito más que antes. Cada año siguen bajando de a unito la cantidad de extranjeros que pueden formar parte de los planteles, pero siguen siendo una bestialidad,y cuando ya no les convenga, seguramente la van a subir.
Las competencias sudamericanas de un fogueo intenso para los jugadores, se han convertido en cosa del pasado, y aunque la Conmebol sutilmente nos sigue rogando para regresar, no se toma la decisión de devolverle al aficionado tardes gloriosas con gran espectáculo para sus elementos. Se eliminó la Sub-20 que era uno de los pocos aciertos que se han tenido a últimas fechas, para dar paso a una Sub-23, que sigan debutando a los 25 en Primera División. Abominable.
El descenso simplemente no existe, y sabrá Dios cuando se vuelva a implementar.
Seguimos atestiguando a Mazatlán, Necaxa y demás escuadras deleznables que no aportan un ápice de gracia… ni de nada. En fin.
La antítesis es la liga femenil, donde parece que en lo deportivo todo lo hacen bien. Pocas extranjeras que le dan más competitividad a la liga, pero equilibran la oportunidad a las mexicanas. Una Liguilla, donde solo acceden ocho competidoras, emulando lo que era antes el certamen varonil, teniendo una dosis interesante de emoción. Muchas mujeres, de 18 años o menos, viendo acción en la primera categoría, nutriendo de talento joven a la selección, teniendo la oportunidad de ser exportadas a las mejores competiciones del mundo. Pronto comenzaremos a ser testigos de ello, estoy seguro. Jugadoras de la categoría de Jenny Hermoso. Ni más ni menos, campeona del mundo; Charlyn Corral, entre otras.
Ya me quedó clara una cosa. Los directivos no tienen un pelo de tontos. Se hacen, porque con una liga como la femenil, demuestran que tienen todo el conocimiento para que en lo deportivo le vaya bien al futbol masculino. Saben qué medidas se tienen que adoptar. No es que sean ignorantes. Sencillamente, no quieren.
Espero que pronto alguien ponga mano dura y les obligue a gestionar todas estas transformaciones que transportarían a un buen plano al balompié nacional, y también, entre más espectáculo haya, más se llenan los bolsillos.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE HERALDO DEPORTES LAGUNA EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
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