La agricultura es uno de los sectores más expuestos y vulnerables a las catástrofes, dada su gran dependencia de los recursos naturales y las condiciones climáticas.
Los desastres recurrentes pueden menoscabar los logros en materia de seguridad alimentaria y minar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, alertó recientemente QU Dongyu, director general de la FAO.
Y es que, de acuerdo con el organismo internacional, en los últimos 30 años se ha perdido una producción agrícola y ganadera por 3.8 billones de dólares debido a catástrofes, es decir, 5 por ciento del Producto Interno Bruto Agrícola mundial anual.
En su informe: Repercusiones de las catástrofes en la agricultura y la seguridad alimentaria, la FAO aporta la primera estimación mundial de las repercusiones de las catástrofes en la producción agropecuaria.
Además, subraya la necesidad de mejorar los datos y la información relativos a los efectos de las catástrofes en el sector primario, para crear sistemas de datos que puedan servir de base para la adopción de medidas eficaces.
Ante este panorama, que se agrava año con año, una herramienta que permite paliar la pérdida o disminución de la producción a los agricultores, en especial los de mediana escala, es el seguro catastrófico agrícola.
Varias entidades del país lo han aplicado recientemente, ante los episodios de sequía, como Hidalgo, Michoacán, Sinaloa, Chihuahua, Guanajuato, Nuevo León, Durango y Veracruz, por mencionar algunos.
En contraste, la Secretaría del Campo del Estado de México dio a conocer esta semana que la pasada administración no contrató el seguro para este año, con lo cual quedaron desprotegidos productores de la entidad.
De acuerdo con la titular de esa dependencia, María Eugenia Rojano Valdés, aún no saben la razón exacta por la cual no se destinó el recurso para la contratación de dicho seguro.
Ante los riesgos que enfrenta nuestro país es importante la coordinación entre los gobiernos federal, estatales, productores, asociaciones y compañías aseguradoras y reaseguradoras, para potenciar una mejor cobertura para 2024 y los años venideros, en beneficio de productores y consumidores.
Voces por el campo
Diversas agrupaciones de productores de alimentos de todo el país emprendieron una iniciativa para hacer escuchar sus demandas, necesidades e incidir en las políticas públicas que involucran al sector.
La coyuntura electoral resultó un escenario propicio para lanzar #pornuestrocampo, a fin de ubicar la situación y propuestas para le futuro del campo en el discurso de los candidatos, y con ello, ubicar en el corto plazo, al impulso del campo en el centro de las políticas públicas del próximo sexenio.
En la presentación del movimiento, Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, aseguró que buscan hacer visible entre “aquellas personas que buscan un puesto de elección popular”, los desafíos que enfrentan los productores frente al cambio climático, la falta de instrumentos de financiamiento y la creciente inseguridad.
Toc, toc, toc… ¿Están ahí candidatas?
Nuevas inversiones agroindustriales
*La empresa Santa Clara, de la compañía Coca Cola México, invertirá 133 millones de dólares para ampliar en 30 por ciento su capacidad de producción de leche en su planta de Lagos de Moreno, Jalisco.
La planta comenzó con 80 empleados y tres líneas de trabajo, ahora se alcanzarán 14 líneas de trabajo.
*Grupo Lala refrendó su compromiso con el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La compañía anunció la incorporación de 30 camiones eléctricos para reparto con sistema de refrigeración, con los cuales llegará a 60 unidades eléctricas al cierre de 2023, alcanzando una distribución más eficiente que les permitirá reducir la huella de emisiones de CO2 hasta 702 toneladas anualmente.
POR MARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO
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